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lunes, 15 de julio de 2024

Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila (When my daughter graduates, I shall wear purple)

 


                                                        Para Alba, 17 julio 2024

Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila. 

Llevaré pajarita y calzoncillos de raso. 

Me tomaré un whisky caro con una sonrisa tranquila. 

Olvidando el colesterol, bailaré hasta el ocaso.


Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila. 

Mis padres no me entenderían, su visión era sencilla,

acostumbrados a limpiar ropa sucia en su tintorería.

Nadie se lo creía, ni yo tenía tal fantasía.


Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila. 

Las personas se escandalizarán, ¡un viejo de 66 años, de lila!

Pero, una ingeniera aeroespacial en la familia 

no se tiene todos los días. Es una gesta compartida.


Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila.

Reivindicaré la lucha de las mujeres por la igualdad. 

El color de los derechos de las trabajadoras, en realidad.

Además, recordaré la necesidad de la lucha de verdad.


Cuando mi hija se gradúe, me vestiré de lila.

Iré a Brístol y honraré a la poeta Jenny Joseph

cuando en 1961, con voz firme, advirtió: 

«Cuando sea una mujer mayor, vestiré de morado…».

Y así, por ella, mi hija, y por todas, el lila será mi melodía.


English version


To Alba,17 July 2024


When my daughter graduates, I shall wear purple. 

I'll wear a bow tie and satin underpants. 

I'll drink expensive whisky with a quiet smile. 

Forgetting cholesterol, I'll dance till sundown.


When my daughter graduates, I shall wear purple. 

My parents wouldn't understand me, their vision was simple,

used to cleaning dirty clothes at their dry cleaners.

No one believed it, nor did I have such a fantasy.


When my daughter graduates, I shall wear purple. 

People will be shocked, a 66-year-old man in purple!

But, a female aerospace engineer in the family 

you don't get one every day. It is a shared achievement.


When my daughter graduates, I shall wear purple.

I will vindicate women's struggle for equality. 

The colour of women workers' rights, in fact.

And I will remember the need for real struggle.


When my daughter graduates, I shall wear purple.

I will go to Bristol and honour the poet Jenny Joseph

when in 1961, in a firm voice, she warned: 

"When I am an old woman, I shall wear purple...".

And so, for her, my daughter, and for all, purple will be my melody.


La entrada anterior: Amores imposibles en Canarias

lunes, 1 de julio de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 24.- Amores imposibles en Canarias

 


Artículo publicado en la revista Tamasma Cultural.

Julio 2024. Nro. 24

Desde mi balcón, leo las encuestas según las cuales Canarias encabeza el ranking de divorcios de España desde 2019. No sé si ese cúmulo de leyendas de amores imposibles que sobrevuela la historia de las islas tendrá algo que ver.

Una de las más populares tuvo lugar en La Gomera. Allí, Gara, princesa de Agulo, conoció a Jonay, hijo del Mencey de Adeje, en Tenerife. Bastó una mirada entre ellos para que el amor surgiese. En cuanto se supo, dicen que el Teide o Echeyde (infierno) escupió lava y fuego avisando de un amor imposible. A partir de aquí, la narración varía según la fuente que la cuente. Sin embargo, en lo único que coinciden es en el final: ambos acabaron suicidándose para sellar su unión eterna.

En Lanzarote, por otro lado, cuenta la leyenda que en Timanfaya vivían Aloe y Vera. Cuando se estaban casando, una erupción volcánica expulsó una gran roca que cayó sobre Vera. Aloe la levantó para intentar salvarla; los asistentes, al verle, comentaron «¡pobre diablo!». De ahí la leyenda del diablo de Timanfaya y que la planta que brotó en el lugar donde se derramó su sangre se llame Aloe Vera.

Si nos vamos a La Palma, conoceremos la leyenda de una joven que un domingo, a la salida de misa, se acercó al pastor que estaba enamorado de ella y le prometió que sería suya si era capaz de dar tres vueltas sobre el precipicio de La Galga, mientras apoyaba sus manos en una larga lanza. En la primera vuelta, gritó “en el nombre de Dios”, y pisó tierra. Durante el segundo salto, dijo “en el nombre de la Virgen”, y todo salió bien. La tercera vez exclamó “en el nombre de mi dama”, con tan mala suerte que cayó al vacío. La desgracia hizo que ella enloqueciera.

Además, también existe la leyenda de la violeta de las Cumbres. La historia de dos jóvenes que se amaban y vivían un amor prohibido. Tenían encuentros secretos, pero un día, el diablo, celoso de ese amor, levantó una gran roca entre ellos. El joven, desesperado, escaló la pared para pasar al otro lado, pero cayó al abismo y murió. Poco después, en la cima de esa cumbre, se halló el cuerpo de una joven cubierto de escarcha. Se dice que fue la enamorada que buscaba a su amado en la cumbre.

La isla de Fuerteventura tampoco escapa a su destino. Don Pedro Fernández de Saavedra era conocido como seductor de chicas jóvenes indígenas. Se casó con una dama con la que tuvo 14 hijos. Uno de ellos, Luis Fernández de Herrera, intentó violar a una indígena durante una cacería organizada por su padre. Un agricultor corrió a salvar la vida de la joven, pero, Don Pedro, que también se acercó, mató al campesino para salvar a su hijo. En ese instante apareció Laurinaga, la madre del joven asesinado, y le dijo a Don Pedro que acababa de matar a su propio hijo. Le maldijo a él y a sus propiedades. A partir de ese momento, sobre las tierras de Fuerteventura, empezaron a soplar los ardientes vientos del Sahara que convirtieron la isla en un desierto.

Llegamos a Tenerife, al menceyato de Ycoden, donde vivía la joven Amarca. Un día recibió tantos piropos por parte de Belicar, el último Mencey de Icod, que el pastor Garigaiga se enamoró de ella. Parece ser que fue la única mujer que le rechazó, y por ello, el pastor acabó suicidándose. Las mujeres la culparon y, agobiada por el remordimiento, también se quitó la vida.

En esta misma isla, en el Macizo de Anaga, se erige una formación rocosa partida en dos en su cúspide: el Roque Dos Hermanos. Se cuenta que dos enamorados se enteraron de que eran hermanos. Al no soportar vivir separados, pusieron fin a sus vidas lanzándose desde la escarpada montaña.

Acabaremos en la isla de El Hierro, donde se narra la existencia de un enorme árbol, llamado "Garoé", de cuyas ramas caía el agua que abastecía a los aborígenes. Cuando los españoles invadieron la isla, los herreños lo ocultaron junto a su secreto. Tenían la convicción de que la sed les obligaría a marcharse. En aquellos tiempos reinaba en la isla un bimbache llamado Armiche. El castellano Bethencourt convenció al rey para que se rindiera y se sometiera al conquistador. Sin embargo, otros herreños dirigidos por Erese y Tenesedra no aceptaron la rendición y ocultaron el Garoé. Las gentes de Erese, entre las que se encontraba una mujer muy bella, Arafa, se negaron a rendir pleitesía a Bethencourt y acordaron mantener en secreto la localización del árbol, bajo pena de muerte. Una de estas expediciones encontró un día a Arafa que acabó locamente enamorada de uno de los soldados y reveló el secreto que juró guardar para que no marchase su amado. De esta manera, los invasores pudieron saciar su sed e invadir la isla. Ella fue ejecutada por traidora. Él ganó una medalla.

Por suerte, todo son leyendas que transmiten de forma oral, hechos fabulados adornados con elementos del folclore que se alejan de la realidad de las islas afortunadas, puesto que la realidad demuestra que la única isla donde no hay leyendas de amores imposibles, Gran Canaria, es la que tiene mayor número de divorcios.


La entrada anterior:  La Libertad

sábado, 1 de junio de 2024

La Libertad

                                            A Patricia Tschorné, una chilena universal. 
                                            Cuídate y nos vemos al otro lado. (26 mayo 2024)
                                                                            






El pueblo guanche era un pueblo de pastores, pacífico, amante de la libertad, en minúscula y sin cursiva, y enemigo de la injusticia y la crueldad. Su afán por ser libres era tal, que la conquista duró casi un siglo y sus jefes prefirieron morir antes que someterse a los conquistadores castellanos.

    Hoy, teniendo en cuenta los bravos orígenes del pueblo canario, me siento como perdido, “como jadeante, sin jadeo”, que diría Benedetti, después de volver de un centro comercial al que me han llevado: La Libertad.

    Las personas que no sepan de qué les hablo me dirán que la Libertad es ¨la capacidad humana de actuar por voluntad propia, sin que se le imponga la dirección o manera de tomar y ejercer sus decisiones¨. Pero yo, hoy, voy a empezar hablando de otro tipo de Libertad, la que tenemos en La Laguna (Tenerife): el centro comercial La Libertad. ¡Qué bonito!, ¿verdad? Así, con mayúsculas.

    La Libertad es el centro comercial que se encuentra frente el macrocentro comercial Alcampo e Ikea, al lado del Decathlon. Un pequeño gran triángulo de Libertad de desaforado consumismo, atravesado por una autopista.

© Concha Catalán

    Libertad es una palabra inmensa, universal, enorme. Un término que sirve para todo y para todos, porque cuando uno sale del colegio o acaba de trabajar, retoma su Libertad, ya que no tiene que seguir aguantando al profesor o al jefe. Por otro lado, infinidad de países, por ejemplo, entran en guerra para defender la Libertad, cosechando decenas de miles de muertos por ambos lados: víctimas que no han tenido libertad, en minúscula y sin cursiva, para elegir si querían o no matar a sus vecinos.

    A propósito de esto, también algunos hombres someten a ¨sus¨ mujeres porque no saben hacer uso de su Libertad (la de ellas, por supuesto -nótese la ironía-). ¡Cuántas mujeres no han sido tachadas de locas y enviadas a hospitales psiquiátricos! Su delito: querer tener su libertad, con minúscula y sin cursiva. Ahí tienen, por ejemplo, el hospital psiquiátrico Libertad en Ciudad Juárez, ciudad donde, según Amnistía Internacional, se han asesinado 20.292 mujeres entre 2018 y el mes de mayo de 2023.

    La Libertad siempre va acompañada de alguna prohibición, para que pueda liberarse por completo. Por ejemplo, está prohibido robar poco, porque, si robas mucho o muchísimo, siempre habrá algún indulto. Véase el ejemplo de la Caja Libertad de México, sospechosa de lavado de dinero y operaciones de procedencia ilícita.

    Otro gran enemigo de la Libertad es el pensamiento libre. De ahí la existencia de presos políticos y de presos de conciencia. En la Uruguay de la dictadura de 1973-1985, por poner un ejemplo, cerca de 3.000 hombres y mujeres, presos políticos, fueron torturados y represaliados en el Penal de Libertad. Los dirigentes de aquella Uruguay del siglo pasado pensaban como muchos dirigentes actuales en multitud de países, en los que solo se es libre de pensar lo que piensa el gobierno, de lo contrario, está prohibido. Como en las redes sociales, en las cuales puedes publicar libremente, si te atienes a la Libertad de Musk o Zuckerberg.

    Las religiones también nos imponen sus creencias en aras de la Libertad. Por ejemplo, la Libertad sexual existe, siempre que acate la moral de la religión mayoritaria, aunque esa moral atente contra la libertad, en minúscula y sin cursiva, de la minoría, porque, precisamente por eso, es menos importante y se puede prohibir en aras de la Libertad.

    Otro personaje político que se llena la boca con la Libertad es Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Me remito a sus definiciones, sin comentarios añadidos: “Libertad es poder pedir una aceituna en mitad de un concierto”, “No conozco un sitio donde la Libertad se haya abierto camino después de cerrarse una plaza de toros, al contrario, lo que viene después de eso es sequía y el control político”, “Libertad es no encontrarte con tu ex”, “Libertad es poder ir un rato a ver una película o a tomarse algo”, “Libertad es comprar donde quieras y cuando quieras”...

    Amigo lector, querida lectora, la Libertad es una gran bandera política en la que caben todos y todo, una palabra enorme, tan enorme que te permite, una vez hayas salido del Penal de Libertad o del psiquiátrico Libertad, entrar en el centro comercial La Libertad, tras haber sacado tus ahorros de la Caja Libertad, y comprar con Libertad todo lo que quieras, consumir con Libertad hasta la saciedad, además de usar tu Libertad para empeñarte más y más.   

    Todo eso, también habrían podido disfrutar 7.291 ancianos de las residencias de Madrid, de no haber cometido la indelicadeza de haber muerto, mientras su presidenta gozaba de la Libertad de tomarse una caña en plena pandemia.

    Por mi parte, a pesar de que está de moda vivir en este mundo de plástico lleno de Libertad, prefiero uno de barro con libertad, así en minúscula y sin cursiva, tal como me enseñó mi querida amiga y compañera Patricia, a cuya memoria dedico este artículo.


miércoles, 1 de mayo de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 23.- Candelaria, una utopía hecha realidad




Mayo 2024

Como sin querer, llegué a Candelaria y me metí de lleno en una utopía de sol, océano, volcanes, barrancos, magia y más sol. Un espacio donde el sol no está prohibido en la piel, la acaricia.

Una utopía donde empecé a crear un futuro cuando se espera que mire hacia el pasado, y viva de él. 

Una utopía en la que la soledad ha dejado de herir y permite una revisión del pasado de manera ponderada: cicatrices y caricias.

Una utopía que baila, ríe, lee, recita poesía y nada en un universo del que no se puede salir mientras libera luces en el corazón.

Una utopía donde los poetas son felizmente anónimos, desconocidos, invisibles y sin banderas.

Una utopía donde el océano, ayudado por los alisios, barre todas las melancolías, y los árboles caminan por la noche.

Una utopía en la que reinan a la par los ritmos latinos y el silencio y, además, se encuentra lo que busca el corazón.

Una utopía donde el invierno deja de ser gélido y fantasmal, el alma ya no tirita y el vacío de los silencios suena a carnaval.

Una utopía donde la mañana bosteza de felicidad y el océano acuna con una nana sin fin a las barcas.

Una utopía, en definitiva, en la que el corazón late en el lado que quiere y cientos, miles de palabras ingrávidas flotan entre mis escritos.


La entrada anterior: Memoria y olvido

lunes, 1 de abril de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 22.- Memoria y olvido


 

Abril 2024. Nro. 22

 

«Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador» Proverbio africano


Sentado entre dos dragos, dosel natural donde los haya. Bajo un cielo azulado, nacido de la madre África, dejo morir el tiempo supuestamente inútil, ese que no existe. Ese que es lo que te pasa cuando a uno ya no le pasa nada. Una monotonía que, como diría Manuel Vicent, hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella.


No soy un misántropo, pero me gusta estar solo frente al océano de Candelaria. Es una forma de compartir lo bueno que tiene la soledad y los recuerdos, gracias a la memoria. Este océano es un amigo que me incita y despierta, sufre y se alegra conmigo. Me anima a vivir con ganas un día más, aunque nada espere de él. Me ofrece lo mejor que me puede dar: cambios imprevistos en la rutina diaria para que no me someta a una vida anodina a través de sueños imposibles y deseos inconfesables. 


Sobre mí, vuelan en círculo unas gaviotas en un baile vertiginoso, tan desenfrenado como los años de vida. Me saludan a su paso, y se olvidan, como debe ser. A diferencia, creo, del instante de la muerte, que es puntual y nunca se olvida. Se acerca sin saludar, solo para despedirse. 


Noto que llega el momento de desperezarse y meterse en el mundo tangible. Ahí, la memoria no se rinde, siempre está presente, forma parte de mi día a día, en una lucha permanente contra el olvido para conseguir ordenar sus nostalgias. Lo cierto es que muchas veces me traiciona, porque reinventa la realidad. La memoria, ese bien preciado y peligroso para algunos, porque invoca y evoca. Invoca para pedir protección y evoca aquello recordado.


Sin embargo, del olvido nadie se acuerda, a pesar de ser la tecla que nos ayuda a vaciar nuestra memoria interna para poder seguir recordando. Sería imposible vivir rememorando cada detalle. El olvido es la condición para recordar, es una de las dos caras de la misma moneda, no puede existir sin la memoria. De ahí que el vértigo de nuestro pasado, como recuerda Benedetti, nos sitúa entre la memoria y el olvido.


De todas formas, escondida en el fondo del olvido, hay una memoria que no recuerda, la de los vencedores frente a los vencidos, que solo avala el resultado vencedor. Por eso, aunque la historia esté llena de vacíos olvidados que la memoria nunca olvidará, siempre recordaremos y nunca olvidaremos el vacío ignorado e impuesto al pueblo palestino. Rostros cuyos nombres no se desgastarán.


Silencio sonoro, soledad poblada.


La entrada anterior:  La femineidad de Candelaria, una fuerza invisible

jueves, 7 de marzo de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 21.- La femineidad de Candelaria, una fuerza invisible






Marzo 2024. Nro. 21

Artículo publicado en el libro 'El canto de la alpispa' editado por Tamasma Cultural en junio de 2023.


El mes de marzo es un mes que se caracteriza porque muchos medios de comunicación recuerdan el número creciente de Asociaciones de Mujeres de toda índole. También se hace mención a la brecha salarial existente, según la cual, las mujeres trabajan siete días gratis al año (Fuente: el estudio “Yo trabajo gratis” elaborado por el sindicato UGT). Por otro lado, se pone énfasis en la lacra, aún existente, de la violencia de género, que Candelaria intenta paliar a través del SIAM Candelaria.

Desde aquí, por el contrario, vamos a hacer un pequeño viaje en el tiempo para retroceder a la época previa a la conquista castellana de 1496, el periodo de los antiguos aborígenes de Tenerife, los guanches, sociedad patriarcal gobernada por hombres. En aquel entonces, la mujer guanche, y no nos referimos a Guacimara, hija del mencey de Anaga, siempre que su existencia no fuera una invención de Antonio de Viana en su poema épico Antigüedades de las Islas Afortunadas, publicado en 1604. Nos referimos a la mujer guanche que asistía a los heridos o trasladaba a los muertos a las cuevas, la que pescaba y mariscaba junto a los hombres, la que participaba en las tareas agrícolas que, mientras el varón roturaba el terreno con palos o cuernos de cabra, ella sembraba y recogía la cosecha. Siempre, sin olvidar su función de reproducción, cuidado y perpetuación de la familia como madre.

La figura femenina también fue importante en las creencias, ya que coincidió con la evangelización. Con la llegada de los frailes, apareció la imagen original gótica de la virgen de Candelaria; talla, probablemente hallada por los guanches, dando lugar a un culto en el que se la identificó como una diosa aborigen, ​​Chaxiraxi. De ahí que sea venerada desde un ámbito religioso y otro laico.

En nuestro viaje por el tiempo, llegamos a la actualidad. La energía que se respira en Candelaria sorprende al visitante; emana una fuerza invisible que es femenina. Candelaria es LA CAPITAL municipal, es LA VILLA de LA PROVINCIA de Santa Cruz de Tenerife, en LA ISLA de Tenerife. Es sede de LA VIRGEN de Candelaria o Chaxiraxi, PATRONA de Canarias o LA MADRE del Sol, de ahí que Candelaria también sea conocida como la Villa Mariana. Población que une LAS CULTURAS guanche y castellana en torno a su imagen.

Candelaria, hoy en día, es una ciudad con más mujeres que hombres entre sus habitantes. A 1 de enero de 2020, de los 28.383 habitantes empadronados, 13.774 eran hombres y 14.609 mujeres. A riesgo de dejarnos nombres en el tintero, vamos a arriesgarnos a citar algunos de mujeres candelarieras ilustres, ya sea por nacimiento o por adopción*:

ANA NARCISA MARRERO DE TORRES (Barranco Hondo 1783-1849). Partera.


ISABEL ALBERTOS ROMERO (Barranco Hondo 1828 – Santa Cruz de Tenerife). Mujer trabajadora, romancera y personaje popular de Santa Cruz.


FRANCISCA SAAVEDRA MEDINA (Arrecife 1880 – Santa Cruz de Tenerife). Maestra nacional de Candelaria.


INOCENCIA CÁNDIDA TEJERA SOSA (Candelaria, 1897-1987). “Candita”, la última alfarera de Candelaria.


MARINA MALLORQUÍN MARRERO (Araya). Partera.


JOSEFINA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ (Candelaria 1908 – Santa Cruz de Tenerife 1936). Cantante folclórica y actriz.


ANTONIA TEJERA REYES (Candelaria 1908 – Santa Cruz de Tenerife 1983). La “Iluminada de Candelaria”, famosa por sus poderes paranormales.


ELOÍNA PESTANO MARTÍN (Barranco Hondo 1913-2000). Jornalera, gangochera, ventera, promotora de un salón de baile y un terrero de lucha canaria, cocinera, curandera, amortajadora y partera.


CARMEN ÁLVAREZ DE LA ROSA (La Laguna, 1917-2003). Maestra de Barranco Hondo.


ADELINA PEÑA RAMOS (Barranco Hondo 1921 – Santa Cruz de Tenerife 1993). Maestra nacional.


MARÍA MÉRIDA (1925-2022). Cantante de folclore canario.


MARÍA TOLEDO TORRES (San Miguel de Abona 1925-2001). “Maruca”, la primera mujer taxista de Canarias y segunda de España.


SOR MARÍA CANDELARIA TORRES RAMOS (Araya 1926 – La Laguna 1977). Religiosa dominica misionera de la Sagrada Familia.


ROSAURA MARRERO FARIÑA (Candelaria 1929-2011). Vendedora de pescado, medianera de fincas de tomates y plátanos y empleada de hogar, entre muchas otras cosas. Premio “Trabajo de toda una vida” en el año 2010, por la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Tenerife. (Amed).


SOR CARMEN GONZÁLEZ DELGADO (Barranco Hondo 1931 – Pozuelo de Alarcón 2007). Religiosa Hija de la Caridad, auxiliar de clínica y Hermana Honoraria de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.


MARISOL MARRERO HIGUERA (Candelaria 1946). Escritora, residente en Venezuela.


MARI BRITO (Igueste de Candelaria 1977). Alcaldesa de Candelaria desde 2015 hasta la actualidad.

El colofón, a esta breve y rápida visión de la fuerza invisible que se hace visible en Candelaria, lo encontramos en la plaza de Los Pescadores. Ahí podemos observar un conjunto escultórico en reconocimiento y homenaje a las mujeres pescadoras y pescaderas, a las patronas de embarcación, a las mariscadoras y a las jornaleras cuyo trabajo ha sido fundamental en los trabajos a bordo de embarcaciones y en los diversos procesos que comportan los productos pesqueros del municipio.

Webgrafía



* Un agradecimiento especial a Octavio Rodríguez y Toñi Alonso por su ayuda y conocimientos compartidos en sus respectivos blogs:



La entrada anterior:La revolución de las pardelas cenicientas 

viernes, 1 de marzo de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 20.- La revolución de las pardelas cenicientas





Marzo 2024. Nro. 20

«No es que tengamos esperanza, sino que la albergamos» John Berger.



Oigo en la televisión canaria a un político afirmar: «Los canarios no buscamos conflicto, ya nos va bien convivir así. Y a los turistas, también les gusta nuestra forma de ser».

No todo el mundo está de acuerdo con esta afirmación, pero la prostituta polícía política de los medios de comunicación tortura a las palabras hasta su rendición para hacerles decir lo que no quieren: democracia, libertad, justicia, igualdad, pacífico, … Todo en aras de la globalización, la convivencia y la libertad de información.

Con nocturnidad, las pardelas acompañan con sus gorjeos a unas mujeres canarias que se han rebelado contra sus depredadores porque, se repiten entre ellas, los sueños forman parte de su vida. En ellos, luchan y vencen, se sublevan, hostigan, insubordinan, se alzan, amotinan, preguntan y opinan. Un grupo que se hace llamar las pardelas cenicientas.


Son silenciosas en mar abierto, pero hablan con el lenguaje nocturno de la desobediencia entre ellas, el único lenguaje que permite contar y defender algunas verdades. Uno que no predice lo que va a hacer a continuación. Palabras con silenciosas intenciones finales que se extienden como la pólvora y llegan hasta el corazón en busca de un conflicto que saben que es el camino hacia la insumisión.

Los depredadores lo saben, y están nerviosos.