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sábado, 1 de febrero de 2025

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 33.- Canarias, ¿el fin del elefante encadenado?




A un médico y escritor argentino, cuyo nombre coincide con las siglas J.B., se le supone la autoría de la versión de una fábula de autor desconocido titulada ‘El elefante encadenado’: 

Había una vez un niño muy curioso, sensible e inquieto que fue al circo y se quedó maravillado al ver la actuación de un gigantesco elefante. En el transcurso de la función, el majestuoso animal hizo gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Durante el intermedio del espectáculo, el chaval se quedó todavía más sorprendido al ver que la enorme bestia permanecía atada a una pequeña estaca clavada en el suelo con una minúscula cadena que aprisionaba una de sus patas.

“¿Cómo puede ser que semejante elefante, capaz de arrancar un árbol de cuajo, sea preso de un insignificante pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros del suelo?”, se preguntó el niño para sus adentros. “Pudiendo liberarse con facilidad de esa cadena, ¿por qué no huye de ahí?”, siguió pensando el chaval en su fuero interno.

Finalmente, compartió sus pensamientos con su padre, a quien le preguntó: “¿Papá, por qué el elefante no se escapa?” Y el padre, sin darle demasiada importancia, le respondió: “Pues porque está amaestrado.” Aquella respuesta no fue suficiente para el niño. “Y entonces, ¿por qué lo encadenan?”, insistió. El padre se encogió de hombros y, sin saber qué contestarle, le dijo: “Ni idea”. Seguidamente, le pidió a su hijo que le esperara sentado, que iba un momento al baño.

Nada más irse el padre, un anciano muy sabio que estaba junto a ellos, y que había escuchado toda su conversación, respondió al chaval su pregunta: “El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a esa misma estaca desde que era muy, muy, muy pequeño.” Seguidamente, el niño cerró los ojos y se imaginó al indefenso elefantito recién nacido sujeto a la estaca.

Mientras, el abuelo continuó con su explicación: “Estoy seguro de que el pequeño elefante intentó con todas sus fuerzas liberar su pierna de aquella cadena. Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, no lo consiguió porque aquella estaca era demasiado dura y resistente para él.” Las palabras del anciano provocaron que el niño se imaginara al elefante durmiéndose cada noche de agotamiento y extenuación.

“Después de que el elefante intentará un día tras otro liberarse de aquella cadena sin conseguirlo”, continuó el anciano”, llegó un momento terrible en su historia: el día que se resignó a su destino.” Finalmente, el sabio miró al niño a los ojos y concluyó: “Ese enorme y poderoso elefante que tienes delante de ti no escapa porque cree que no puede. Todavía tiene grabado en su memoria la impotencia que sintió después de nacer. Y lo peor de todo es que no ha vuelto a cuestionar ese recuerdo. Jamás ha vuelto a poner a prueba su fuerza. Está tan resignado y se siente tan impotente que ya ni se lo plantea.”


El pasado 20 de abril de 2024, cerca de 200.000 personas se manifestaron en todo el archipiélago en contra de la pobreza, la escasez de agua, la destrucción de los paisajes naturales y la falta de vivienda, coreando lemas como ''Aquí vive gente'', “Canarias se agota” o “Canarias no se vende, se ama y se defiende”. Nunca, desde la organización, se alentó a corear contra el turismo, todo lo contrario. Canarias no busca rechazar el turismo, sino más bien ordenarlo para que una parte de esos beneficios reviertan en esa población canaria sigue en riesgo de exclusión y pobreza. Uno de cada cinco canarios se encuentra en esta situación, y muchos ya están en pobreza severa.

La protesta fue intergeneracional, por más que se diga que solo estaba integrada por jóvenes, para restarle importancia. En Tenerife, por ejemplo, la manifestación superó todas las expectativas. Fue la primera isla en organizar la protesta, harta de ser víctima de la degradación de sus recursos naturales y espacios protegidos con nuevos macroproyectos turísticos y grandes puertos que amenazan la biodiversidad tinerfeña. 

Como era de esperar, la Subdelegación del Gobierno en Canarias cifró el número de asistentes a la baja, 32.000, mientras que la organización hizo lo contrario, más de 80.000. Lo cierto es que cuando la cabecera había llegado a las puertas del Cabildo de Tenerife, muchas personas seguían aún en el punto de inicio. Según algunos manifestantes allí presentes, la jornada se podía comparar a los días del Carnaval de Día, en los que la cifra oficial suele superar con creces las 100.000 personas. Un detalle que no quiero dejar de comentar, por la importancia identitaria que comporta, es que durante todo el recorrido sonaron numerosos bucios, símbolo de la cultura canaria y de la resistencia guanche. 

Los subterfugios gubernamentales para evitar la asistencia masiva que se preveía llevaron, ya sea por inacción o ineptitud de los dirigentes de Titsa, la compañía de guaguas, ​​entidad perteneciente al Cabildo Insular de Tenerife, a no aumentar la plantilla en el transporte público. Las guaguas iban tan llenas que no pudieron parar en muchas estaciones. Algo que cualquiera con dos dedos de frente podría haber previsto, pero no los gestores de Titsa (a pesar de que cobran por ello). 

La dimensión humana de lo que se vivió ese 20A también se vivió fuera del archipiélago. Algo que la poeta nicaragüense, Gioconda Belli, expresó hace años con una frase: “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Las protestas también se celebraron en Madrid, Barcelona, Granada, Londres y París. 

El punto de cinismo lo puso Coalición Canaria, que preside junto al PP el Gobierno canario, no dándose por aludida y afirmando que la movilización ''ratifica el trabajo iniciado por el actual Gobierno'', aunque la había llegado a calificar de turismofobia pocos días después de su convocatoria. Un gobierno que, siguiendo la estela de los anteriores, no ha trabajado para buscar una equidad entre el gasto turístico y el reparto de la riqueza para generar empleos y recursos para la sociedad en general.

Independientemente de los resultados concretos a los que pueda llevar esta protesta masiva canaria, una cosa sí es cierta, parece que, por fin, y contrariamente a lo que ya avisé en un artículo de hace unos meses: El canario no busca conflicto (así le va), la población canaria ha comenzado el camino para dejar de ser pasiva. 

El elefante encadenado canario se ha atrevido a cuestionar y confrontar esos miedos y enseñanzas coloniales de una época franquista que llevan años limitándole. Ahora, sin sus cadenas, ese elefante adulto y libre, que no necesita ser dirigido, es al que muchos políticos temen. 



Artículo publicado en la revista Canarias Literaria


La entrada anterior: Canarias y la felicidad

miércoles, 1 de enero de 2025

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 32.- Canarias y la felicidad


Entrada publicada el mes de junio de 2024 en la Revista de la Asociación Cultural Canaria de Escritores (ACTE)


Enero 2025. Nro. 32


La búsqueda de la felicidad ha sido una constante a lo largo de mi vida, desde aquellos días en que escuchaba la canción de Palito Ortega, La felicidad, o la de Al Bano y Romina Power, Felicità (y de eso hace mucho tiempo…), hasta llegar a la versión más reciente de Berlín (La casa de papel).

   Según diversas investigaciones, parece ser que los tres factores que más contribuyen a la felicidad son sentir que la vida tiene sentidopercibir que tenemos control sobre nuestras vidas gozar de salud y bienestar. Aunque la felicidad es algo subjetivo, hay instituciones que la cuantifican. Según el Índice Global de Felicidad, publicación anual de las Naciones Unidas, España ha descendido tres puntos durante el año 2023 respecto al año anterior. Ahora estamos en la posición 32 entre 157 países. De acuerdo con este Índice, Finlandia es el país más feliz del mundo, mientras que Afganistán se encuentra en la última posición.

   Hay un país, cuyos ciudadanos dicen que son muy felices, a pesar de estar en la séptima posición: Noruega. Los noruegos destacan por su peculiar filosofía de vida llamada "kos". Este concepto, similar al "hygge" danés (segunda posición del Índice), supone encontrar la paz y la felicidad en las pequeñas cosas cotidianas. Una palabra que irradia calidez, amabilidad, cariño y risas, así como ayuda a sentirse feliz cuando te sientes seguro y alegre en compañía o te sientas a solas a mirar las estrellas o el paisaje alrededor. En esencia, el saber disfrutar de la tranquilidad es esencial para este estilo de vida.

   Disfrutar del “kos” es fácil, vivas allá donde vivas. No se requiere excesiva destreza para disfrutar de ese sentimiento que se puede experimentar casi en cualquier momento y en cualquier lugar, a solas o en compañía. Es una sensación de calma, un ser consciente del momento y de ese profundo estado de bienestar y satisfacción. Solo tienes que proponértelo. El “kos” es el resultado de la suma de los pequeños detalles. Por ejemplo, disfruta de la naturaleza cuidando las plantas de tu balcón o terraza y pasea por el parque o playa cercana a tu domicilio.

   En España, también cultivamos nuestro propio "kos". Ya sea disfrutando de la naturaleza y las playas, o deleitándonos con una buena ración de jamón ibérico, sí, has leído bien. Según algunos estudios, el jamón ibérico activa la serotonina, la hormona de la felicidad. A pesar de que creamos que pueda ser un mito, comer jamón nos hace mucho más felices. Cuando lo comemos, estamos reduciendo nuestra ansiedad y sumergiendo a nuestro cuerpo en un estado de bienestar y relajación. En definitiva, comer jamón también proporciona felicidad.

   En el siglo XIX, Schopenhauer, filósofo alemán, sugería que el conocimiento aumentaba el sufrimiento; en la actualidad, un estudio de la Universidad de Bath (Reino Unido) señala que las personas con menos capacidades tienden a tener una perspectiva más optimista y viven una vida aparentemente más feliz. En otras palabras, vive tranquilo e ignorante de lo que ocurre a tu alrededor para ser feliz, lo cual no quiere decir ser insolidario con tus semejantes. ¡Ah!, y no te olvides de tu ración de jamón.

   En cuanto a Canarias, a pesar de su mala situación socioeconómica respecto al resto de comunidades autónomas, sus habitantes muestran altos niveles de satisfacción, según el Indicador Multidimensional de Calidad de Vida. Los isleños, pese a los datos de pobreza y empleo, sienten una satisfacción con su vida por encima del resto de comunidades, porque este estudio no solo evalúa la situación económica de las personas, sino también las emociones positivas y el tener un propósito en la vida. El buen clima y el fuerte sentido de comunidad contrarrestan la precariedad laboral y económica, según el Instituto Nacional de Estadística. La felicidad en las islas va más allá de la situación financiera que los canarios tengan (o sufran). Ellos y ellas llevan en los genes una sabiduría natural y ancestral que los peninsulares no hemos sabido comprender. Su búsqueda de la felicidad es un viaje personal marcado por pequeños detalles: su entorno natural (que deben preservar más) y unas estrechas relaciones personales de amistad y familiares que van más allá de la economía. Algo que los peninsulares deberían aprender y que los canarios deberían defender frente a la avaricia depredadora turística e inmobiliaria que les amenaza cada día con falsos cantos de sirena.

La entrada anterior: El giro real no es el canario

domingo, 1 de diciembre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 31.- El giro real no es el canario



Diciembre 2024. Nro. 31

Publicada en la revista de cultura canaria, Tamasma Cultural, en febrero de 2024.

Desde mi balcón estoy leyendo ‘El giro real’, premio de novela Prensa Canaria 1982, del ilustre escritor canario Elfidio Alonso Quintero. Es una novela que contiene varias en una. Una suma de textos sociológicos, políticos y morales alrededor de las peleas de giros; se dice de aquellos gallos de pelea, de color oscuro y con las plumas del cuello y de las alas amarillas o, a veces, plateadas.


Quiero destacar un párrafo para que reflexionemos todos juntos:

¿Por qué a los hombres les gusta que dos gallos se enfrenten y luchen hasta la muerte? Se dirá que se trata de un juego que solo interesa a las clases bajas e incultas. Se dirá, también, que es un entretenimiento que depara satisfacciones a aquellas personas que necesitan exteriorizar sus instintos violentos, echando por los poros y los sentidos todo lo que de animal tiene un ser humano escasamente cultivado o con la mente atrofiada….. El fanático y febril aficionado llega a creer que es él mismo quien lucha en la valla. …
La satisfacción por la victoria llega a ser inmensa cuando el aficionado apostante descubre que detrás del gallo enemigo y perdedor se ha escondido una persona no querida y odiada; o simplemente rival, por pertenecer a un pueblo limítrofe que mantiene relaciones poco amistosas con el suyo. Y por el contrario: cada herida sufrida por el animal elegido ha acabado por sentirla como en propia carne, aunque al final del combate pueda llegar ese gesto despreciativo o de asco hacia el animal derrotado, que no supo aguantar el castigo y lo dejó en evidencia ante aquellos forasteros que habían llegado al pueblo con ínfulas de perdonavidas.


Podríamos reflexionar sobre esos gobernantes (personas que necesitan exteriorizar sus instintos violentos) que, arropados entre sus banderas, envían a los jóvenes pobres, que no pertenecen a su ‘casta’, a morir en guerras sin sentido, que son, a su vez, un tipo de entretenimiento de poderosos conglomerados armamentísticos y farmacéuticos.

Seguimos como en tiempos de Nerón y su circo romano, donde los gladiadores luchaban en la arena y los cristianos morían descuartizados por leones ante la histeria de la multitud y el beneplácito, una vez más, de gobernantes y poderosos.

Me ha sorprendido una frase de la cita destacada anteriormente: ese gesto despreciativo o de asco hacia el animal derrotado. Sí, a pesar de que nosotros ponemos los muertos, esos gobernantes y poderosos (aficionados [que] llegan a creer que son ellos mismos quienes luchan) nunca dejan de despreciarnos por no saber morir con dignidad (¿qué significa eso?) al no haberles otorgado la victoria.

Al final, todos, gobernantes victoriosos y derrotados, nos hacen mártires por una causa con la que se emborrachan, mientras siguen riéndose a nuestra costa en esa verdadera pelea de giros que es el tablero del mundo.

La entrada anterior:  El canario no busca conflicto (así le va)

viernes, 1 de noviembre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 30.-El canario no busca conflicto (así le va)



Publicada en la revista Tamasma Cultural el mes de enero de 2024

Noviembere 2024. 

Desde mi balcón, reflexiono sobre lo que me ocurrió la semana pasada en el mercado del agricultor de Candelaria. Después de comprar fruta, papas y tomates, me dirigí a por unas lechugas y cebollas. Había cola y pregunté quién era la última persona. Una señora me lo indicó y, a su vez, yo se lo dije a la que preguntó a continuación. De repente, una chica se coló y se puso delante de todos. La gente de la cola la miró, nos miramos y nadie reaccionó. Me adelanté, le toqué la espalda y le expliqué cómo funciona el sistema de las colas. Ella me miró y, en inglés, me dijo que no me entendía. Yo se lo repetí todo en inglés. Sorprendida, no me contestó. Se apartó ligeramente y esperó hasta que me atendieran. Una vez me hubieron atendido, se coló delante del resto de la gente. Miré hacia la señora que iba detrás de mí y me mostró una cara de sorpresa, la dejó pasar y nadie se quejó.

Sorprendido aún por la inacción de la gente de la cola, se lo he explicado a unas amigas canarias y me han dicho que no les sorprendía, «es nuestro carácter, no nos gusta el conflicto», contestaron.

Ya en 1886, un viajero y erudito suizo, Herman Christ, en su libro Un viaje a Canarias en primavera, escribió sobre el carácter canario: 

“El canario es sensible y lleno de comprensión hacia los deseos ajenos, servicial, extrovertido, charlatán, pacífico; libre de cualquier exageración en cuanto al sentido del honor y de toda tendencia bélica; libre de pasiones políticas y de cualquier actitud violenta o, incluso, sangrienta; le es ajeno todo deseo de revoluciones o pronunciamientos. En cambio, prefiere la vida natural, es amigo de las plantas, las conoce a todas por sus nombres y, donde puede, se rodea de ellas; es casero, con muchos hijos, nada arrogante ni orgulloso….

En cambio, al isleño le falta el ardor y la energía, la obstinada tenacidad y el estoicismo que se advierten en el peninsular. El isleño es de materia blanda y sus carencias parecen ser más bien las de un carácter débil que las de uno fuerte. Si se aparta en pequeñas cosas de la verdad, es más por cortesía que por interés…” .

El suizo no fue el único en describir el carácter canario. Antes que él, en 1854, el alemán Julius von Minutoli, Cónsul General de Prusia, escribió El pasado y el porvenir de las Islas Canarias, libro dedicado a la reina Isabel II y publicado en Berlín en 1854. En este trabajo, fruto de su recorrido por las islas Canarias el año 1852, también se atrevió a definir a la población del archipiélago.

“Son abiertos, ingenuos, pacíficos y conciliadores, además de fieles, modestos y cumplidores; trabajadores que se contentan con poco y hospitalarios como nadie…

No pierden jamás, ni siquiera en las situaciones más extremas de la vida, la decencia y compostura, que también conservan normalmente las clases bajas. En las fiestas y bailes populares o en los certámenes de salto, lucha, lanzamiento y carrera siempre son comedidos y correctos: jamás hay brotes de vandalismo o apasionamiento excesivo. En caso de enfermedad y muerte, de preocupación y necesidad muestran siempre una calma y resignación próximas al estoicismo. Solo resulta verdaderamente lamentable el hecho de que se haya descuidado la instrucción del pueblo, lo cual ha redundado en una ignorancia y oscurantismo que han mantenido la creencia en brujas y malos espíritus…”.

Se me ha ocurrido dar un repaso a la hemeroteca de los últimos años y compruebo mis sospechas: los políticos canarios se han aprovechado de su pueblo, puesto que este no busca conflicto. Más sangrante todavía es si comparamos los resultados globales canarios por no buscar conflicto con los del resto de pueblos del estado español.

2016

Más de 561.000 canarios no tienen el título de Educación Secundaria - El Día - Hemeroteca 05-05-2016

2018

Necesita mejorar: cinco claves para entender la situación de la Educación en Canarias

2019

Crece la brecha educativa de Canarias - La Provincia

El 89% de la población de Canarias respiró aire contaminado en 2018, según Ecologistas en Acción

2020

Canarias es una de las comunidades autónomas con más población que solo tiene estudios secundarios básicos

EDUCACIÓN | Un 20% de la población canaria no logra superar un nivel de estudios básicos

Canarias, tercera comunidad en 2019 en incidencia de la violencia de género

La contaminación enferma y causa muertes, también en Canarias | Canarias7

El 93% de la población de Canarias respiró aire contaminado

Canarias es por un día el punto más contaminado de todo el planeta

2021

Más del 20% de los jóvenes canarios ha ejercido violencia de género

Un estudio del Cabildo y la ULL revela que la mitad de los jóvenes niega la violencia machista

Canarias registra uno de los peores niveles de contaminación del aire por la calima

La aparición de nuevos vertidos en Tenerife saca a flote el histórico déficit en la depuración de las aguas residuales

2022

¿Por qué Canarias es la región con más personas con solo estudios básicos?

Violencia de género: Canarias, la segunda comunidad autónoma con la tasa más alta de llamadas al 016 en junio

2023

Canarias es la región con más población con problemas de salud crónicos - La Provincia

Canarias y Baleares, las autonomías con mayor tasa de asesinatos machistas

La contaminación del aire repunta en Canarias por efecto del cambio climático y el aumento del tráfico • Ecologistas en Acción

El salario mensual del canario retrocede del décimo puesto nacional al penúltimo en el año de la recuperación turística

Canarias repite como segunda comunidad autónoma donde más barato resulta contratar a un trabajador

Canarias, la comunidad con mayor porcentaje de acoso escolar: los datos de PISA más allá de Ciencia o Lectura

Canarias, con 1.753 euros netos al mes, una de las regiones españolas que paga peores salarios

Canarias, la segunda región con aumento del PIB más potente desde 2021, pero sigue a la cola en reparto de riqueza por persona

Un 16% más de denuncias y la cuarta tasa más alta de víctimas del país: los datos de la violencia de género en Canarias

El Médano, el pueblo del sur de Tenerife que se hartó de nadar en aguas contaminadas

Declarada no apta para el consumo parte del agua de grifo de Arafo por una bacteria

El lector, la lectora, no debería tomarse estos datos como un ataque personal. Me he asegurado de que las fuentes sean canarias. 

Los políticos saben que el hecho de que Canarias sea la comunidad que abandere los salarios bajos es resultado de tener los niveles educativos más bajos, conocen que la media de violencia de género alta es resultado de un nivel elevado de acoso escolar, y son conscientes de que una contaminación del aire y del océano alta es el desencadenante de la altísima mala salud crónica de la población canaria. ¿Qué hacen para paliar estos problemas que se van repitiendo junto a las promesas electorales de cada cuatro años?

Creo que estos datos objetivos deberían hacer pensar a la población canaria si la no búsqueda de conflicto es la solución. No me refiero a un conflicto violento, pero sí contestatario. Un conflicto basado en la verdad (los datos) y en el respeto a la dignidad de la población autóctona que tendría que plantearse si los políticos que les deberían haber defendido frente al gobierno central o las multinacionales lo han hecho realmente, o si han defendido a holdings turísticos e inmobiliarios de sol y playa que solo dan riqueza al exterior, dejan la mierda en el interior y ¿ofrecen? trabajo precario y de temporada a los habitantes de las islas. Tal como dice el lingüista y politólogo Noam Chomsky, mientras la población general sea pasiva, apática y pendiente principalmente del consumismo, o desviada hacia el odio a los vulnerables, los poderosos podrán hacer lo que quieran, y los que sobrevivan se quedarán a contemplar el resultado.

Acabo de escribir estas líneas y leo el siguiente tweet:

Joxe Kanariar @jkanariar

Ayer llegó un grupo de 20 turistas alemanes, guiados por otro alemán, a la estación de guaguas de La Laguna. Iban a Anaga. Cuando llegó la guagua el guía se puso en la puerta y dijo ante un grupo de canarios: "Mi grupo primero" Ese es nuestro problema, ellos siempre van primero. 

La entrada anterior: La magia del macizo de Anaga

martes, 15 de octubre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 29.- La magia del macizo de Anaga




15 octubre 2024. Nro. 29

Desde mi balcón, veo un perro. Va solo, camina despacio y va husmeando la tierra a su paso mientras busca algo, así como yo husmeo entre las palabras en busca de significado.

En esa búsqueda, encuentro un horizonte de tres gamas de color a las que no sé poner nombre. Cerca de mí, el color de las palmeras, verde amarillento, dicen. Detrás, el color que todo el mundo asocia al mar y allí, a lo lejos, tras la calima, el macizo de Anaga con sus múltiples tonalidades que no llego a distinguir.

Mantengo los ojos bien abiertos y esbozo una leve sonrisa, con la esperanza de recibir otra a cambio, que no llega porque estoy solo en el balcón, mientras sigo contemplando Anaga. En ese breve instante, noto cómo una vena en mi cuello late con lentitud, al tiempo que la tarde se va perdiendo y se mezcla con el inicio de la noche.

Aquí y ahora, en la oscuridad, me debato entre la envidia y los celos. Sí, celos por querer conservar, solo para mí, la imagen que tenía hasta hace un momento de Anaga, que se desvanece, o envidia por aquellos que pueden disfrutarla ahora. 

No me aclaro. La vena palpita de nuevo, el sudor empapa mi camiseta. El hecho de que Anaga, en este momento, quiera compartir una confidencia nocturna conmigo aviva en mí el deseo de una intimidad más próxima. Me susurra sobre la importancia de la lluvia horizontal que alimenta al macizo y le ayuda en el mantenimiento de sus constantes vitales, especialmente durante los meses de verano. 

El recuerdo de su exuberancia me transporta a paisajes más propios de historias fantásticas que de un territorio volcánico. Sospecho, porque no lo puedo ver, que sus montañas se precipitan con nocturnidad y sin previo aviso sobre el océano. Una caída que da vida a un ecosistema mágico alimentado por la bruma del Atlántico que limita la evapotranspiración, el proceso por el cual las plantas liberan agua al aire en forma de vapor y se pierde en la superficie de la tierra debido a la evaporación.

A regañadientes, me voy a dormir, no sin antes poner el despertador bien temprano. Al amanecer, observo cómo esa neblina atlántica abraza el macizo de Anaga ayudada por los alisios, revitalizando sus cumbres y laderas para que florezcan los bosques mágicos de laurisilva. Aunque sé que si no somos capaces de respetar y defender esta magia de la naturaleza, corremos el riesgo de convertir nuestro archipiélago en uno de los más afectados por el aumento de la aridez.



martes, 1 de octubre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 28.- Las sonrisas de Candelaria





Octubre 2024. No. 28

Artículo publicado en la revista Tamasma Cultural en enero del 2024.

La vida en Candelaria hace que una parte importante de la población sonría y vaya por la vida sin prisas, con una lentitud sana. Nada se compara a la belleza de una sonrisa, esa expresión facial que transmite sentimientos y emociones asociadas, normalmente, con alegría y felicidad, y que influye significativamente en nuestras vidas. No hay una única sonrisa, sino 19, cada una con su propio significado.

    De todas ellas, solo seis reflejan felicidad. La más auténtica es la "sonrisa Duchenne", en honor a Guillaume Duchenne, un neurólogo francés que la descubrió en el siglo XIX. Esta sonrisa contrae los músculos alrededor de la boca y los ojos, creando arrugas de felicidad alrededor de estos últimos. Es difícil de fingir, ya que involucra la contracción involuntaria de algunos músculos faciales.

    Por otro lado, también existe la sonrisa falsa, que se utiliza en situaciones sociales o en fotografías cuando no experimentamos alegría. La sonrisa de los selfies sin morritos. Aquí, la comisura de la boca se eleva, pero los ojos no forman parte del movimiento y desvelan la falsedad y ausencia de felicidad mostradas en las redes sociales.

    Por último, está la sonrisa abierta, en la que solo los labios se ven afectados y el resto de la cara apenas cambia. Es común en personas que trabajan de cara al público.

    Varios estudios han demostrado que sonreír con frecuencia es beneficioso para nuestra salud. Aquellas personas que sonríen con frecuencia tienden a vivir más tiempo, disfrutan de mejores relaciones y son percibidas como más atractivas. Incluso se ha descubierto que sonreír activa mecanismos en el cerebro que mejoran nuestra salud física y emocional al liberar endorfinas y otros neurotransmisores. Lo único que todavía no ha conseguido una sonrisa es pagarnos la hipoteca, pero, aquí en Candelaria, al menos nos ayuda a superar los momentos duros de la vida. De ahí que la Villa mariana ofrezca un aspecto alegre, resultado de la suma de las sonrisas de sus habitantes, porque la sonrisa también es contagiosa. Existe una neurona espejo en nuestro cerebro que reconoce y refleja las expresiones faciales de los demás, lo que nos lleva a imitarlas. Por lo tanto, cuando sonreímos, es probable que provoquemos una respuesta positiva en aquellos que nos rodean. De ahí que aquellas personas que nos visiten se beneficien de nuestras sonrisas tanto física como emocionalmente, haciendo el mundo más bello.

    En resumen, las sonrisas transmiten emociones y sentimientos, pueden mejorar nuestra salud y bienestar, y tienen un efecto contagioso en los demás. De hecho, sonreír es tan importante, que si no somos capaces de hacerlo, entonces el mundo no tendrá paz. Tal y como dice el monje budista zen Thich Nhat Hanh, no es mediante manifestaciones en contra de las bombas atómicas que podemos lograr la paz, es con nuestra capacidad de sonreír y respirar. Por lo tanto, en este año 2024, la próxima vez que vean a alguien sonreír, no duden en devolverle la sonrisa. ¡Es una buena manera de hacer del mundo un lugar más feliz!


Webgrafía


domingo, 1 de septiembre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 27.- Ombligos / Marutos


Septiembre 2024. Nro. 27


Entrada publicada en Tamasma Cultural el mes de abril de 2024.

Desde mi balcón, recuerdo con estupor lo que me pasó la semana pasada. Era un día como otro cualquiera, yo estaba paseando por la Avenida Marítima de Candelaria. Hacía calor, como siempre. Mi andar pausado me permitía observar el paisaje y a todas las personas con las que me cruzaba. 

Sin darme cuenta, me percaté de algo que se repetía en la mayoría de las mujeres que veía: enseñaban el ombligo. Los había de distintas formas: ovalados, redondos, hundidos, hacia fuera… Un centímetro seductor que algunas mostraban sin pudor, conscientes de su encanto.

Los ombligos empezaron a ser un tema de investigación, como en su momento lo fueron los culos y el carnaval. En aquel momento, recordé haber leído que la personalidad de cada persona dependía del tipo de ombligo que tenía (hay teorías para todo, otra cosa es creérselas). Así, un ombligo ovalado indica un carácter fuerte, perseverante y terco. En cambio, si es circular, sugiere un gran corazón y que eres una persona prudente. Por otro lado, si está tapado, tu carácter es oscuro y guardas secretos. Si tiene una forma de rajita vertical, es probable que seas una persona con poca energía. Sin embargo, si tienes un ombligo difuminado, eres una persona hiperactiva y sensible. Por último, si tu ombligo tiene forma de ojo, eres una persona despierta y preparada para lidiar ante cualquier situación. Mirando mi ombligo en el espejo, fui incapaz de calificar qué tipo de personalidad tenía yo.

Llegados a este punto, recordé que en China, uno de los cánones de belleza más importante para las jóvenes es tener unas piernas largas y bonitas. Por ello, la máquina consumista china no ha dudado en crear una manera para que quienes no las tengan, puedan aparentarlas: tatuajes temporales de ombligos para reducir visualmente su torso. Son calcomanías que se colocan unos centímetros por encima del ombligo real y, con unas faldas o pantalones de talle alto, se logra el efecto deseado. 

Enfrascado como estaba con estas reflexiones, volví a la realidad cuando la mujer que iba delante de mí tropezó en la rampa frente a la estatua metálica del pez grande que se come al chico, a la altura de Puntalarga. Se había mareado por el calor. La ayudé y le ofrecí agua de mi botella. Aceptó, a pesar de que contenía mis babas. La acompañé hasta los bancos que había unos pasos más adelante y nos sentamos uno frente al otro. Le pregunté si se sentía mejor. Noté que le gustó que la tuteara, y ella hizo lo mismo. Me dijo que era de Venezuela.

Mientras se recuperaba, empecé a conversar sobre literatura, un tema poco comprometedor que casi siempre me funciona. Le hablé del último libro que había leído de Thomas Mann en el club de lectura de la biblioteca, La muerte en Venecia. Lo conocía, y la película también, así como la banda sonora de Gustav Mahler, la sinfonía número 5. Se le iluminó la cara en el preciso momento en el que se le cayó la botella de agua al suelo. La recogí y aproveché para sentarme a su lado. La cogí de la mano con la excusa de tomarle el pulso. Ya no la solté y ella me dejó hacer.

Pasamos a la poesía. Le confesé mi fobia hacia Neruda, la persona, no el poeta. No se lo podía creer. Parecía que yo era la primera persona que conocía, que opinaba así, igual que ella. Nos levantamos y seguimos paseando por la Avenida Marítima hacia Caletillas, cogidos de la mano. Nos reímos y charlamos sin parar. Ella se soltó de mi mano para agarrarse a mi brazo. Así seguimos el paseo hasta llegar a una autocaravana estacionada en un aparcamiento al final de la avenida. Me invitó a entrar y cerró la puerta.

Nos miramos a los ojos y, sin pudor alguno, nos dejamos llevar con un poco de vértigo y un mucho de pasión y desenfreno. Cuando ya estábamos casi desnudos, la observé y comprobé que superaba en mucho lo que había imaginado. Se me empañaron las gafas y me las quité. Busqué su ombligo. Era incapaz de verlo. Me las volví a poner y, aun con ellas puestas, no conseguía encontrarlo. Se dio cuenta, sonrió y me preguntó qué buscaba. «Tu ombligo», contesté. «¡Ah, mi maruto!», exclamó. Respondió que no tenía, que había sufrido un accidente hacía unos años y se le había quemado la zona de la barriga. La tuvieron que operar y la dejaron sin ombligo, con un vientre liso como el culito de un bebé. Se me aflojó la erección. Me cogió la mano y la colocó encima de su estómago. «Ves qué suave», comentó. Pero tampoco así conseguí que la verga volviese a lucir su estirpe. Estaba como una bandera en un día sin viento. «¡Sin ombligo!», pensé. «Ya estoy acostumbrada», dijo ella. «No eres el primero. ¡Vístete, anda! Seguiré buscando a un hombre sin maruto que me comprenda».


La entrada anterior: El carnaval y los culos canarios, ¿empoderamiento o martirio femenino?

jueves, 15 de agosto de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 26.- El carnaval y los culos canarios, ¿empoderamiento o martirio femenino?



agosto 2024. Nro. 26



Dejándome llevar por la brisa carnavalera de la tarde, leo un libro que me recomendaron en la biblioteca pública de la zona joven de Candelaria (¡qué maravilla de servicio público!). Se titula Temas de conversación, de la escritora estadounidense Miranda Popkey.


Esta obra nos introduce en la mente de una mujer destinada a complicarse la vida, una mujer que transita entre la incoherencia de su día a día y sus ideales feministas. En un capítulo, nos revela lo siguiente: 


En el siglo XVIII, la cintura de la esposa ideal no era mayor que la envergadura de la mano del marido…. Mala suerte si tu marido tenía los dedos cortos y las palmas pequeñas.


Recuerdo cuando pasé mi primer carnaval en Santa Cruz, una de las cosas que me sorprendió (en positivo) fue la diferente visión que las mujeres tienen de su propio cuerpo, y en concreto, de su culo. Venía de la península, donde se nota que hay un patrón de culo femenino caracterizado por su pequeñez, el tipo que la modelo Natasha Wagner popularizó hasta el año 2014


Es cierto que, a partir de ella vinieron estrellas de la música como Beyoncé que, no solo abogó por el feminismo de Chimamanda Ngozi Adichie, sino que se mostró perrreando en sus videoclips, o Nicki Minaj con su canción en Anaconda. Un poco más tarde, Meghan Trainor que con su All about that bass, declaró la guerra a las Natasha Wagner de turno. Todas ellas cambiaron una tendencia para ‘imponer’ otra diferente. 


Sin embargo, la periodista estadounidense Heather Radke se niega a celebrar la aceptación general de los culos prominentes. En su investigación, publicada en Butts: A Backstory (Culos: sus antecedentes), reconstruye el entusiasmo sociocultural por los culos a lo largo de la historia, y demuestra cómo, en los dos últimos siglos, se ha fetichizado el culo de la mujer, convirtiéndolo en un indicador de clase, género y raza. Según ella, 

hace 200 años se instauró la idea de que las mujeres con trasero grande eran menos inocentes, más amorales que las mujeres con trasero pequeño. Esto, por supuesto, también se correlacionó con las categorías raciales. Era una forma de dejar claro que consideraban a las mujeres africanas hipersexuales y a las blancas sexualmente inocentes.


Algunas personas pueden decir que exagero, que no todas las mujeres que residen en Tenerife actúan así. Es cierto, nunca se puede generalizar, pero la no ocultación de sus culos, y no solo durante los carnavales, muestra el no sometimiento de un sector de la mujer tinerfeña a la dictadura de lo socialmente correcto. Es más, aunque algunas no sean conscientes de ello, demuestran que en sus cuerpos liberados reside el poder y la dignidad de un nuevo tipo de mujer que no necesita la opinión del hombre para ser. ¿Qué hay más empoderante que mostrar tu cuerpo como quieras y a quien quieras?



Les recomiendo que lean ‘La gorda está triunfando’, un podcast contra la violencia estética: ''No vamos a escondernos en casa hasta estar delgadas''


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jueves, 1 de agosto de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 25.- El bosque de laurisilva, una selva de nieblas


Artículo publicado en Tamasma Cultural el mes de diciembre de 2023.

1 agosto 2024. Número 25.

Desde mi balcón, observo a una señora que viene del Mercado del Agricultor. De su bolsa sobresalen unas ramas de laurel, recuerdo de mis paseos por el Cubo de la Galga en la isla de La Palma, el Garajonay en La Gomera y por Anaga en Tenerife.

Entrar en un bosque de laurisilva es penetrar en una selva de nieblas. Bosques que surgieron hace millones de años y deben su existencia al microclima creado por los vientos alisios, que los mantienen húmedos. Un fenómeno que podemos encontrar no solo en las islas Canarias, sino en Madeira y en las Azores, también.

Cuando entré en la laurisilva por primera vez, mis ciegos ojos solo vieron la belleza de esta selva misteriosa, poblada de laureles y helechos, de ramas retorcidas recubiertas de musgo y líquenes, de troncos centenarios. Pero, la amiga que me acompañaba me hizo ver las señales de un ecosistema enfermo: las hojas colgando hacia abajo, los árboles muertos y el exceso de luz que penetraba por sus copas.

La laurisilva canaria, una de las últimas reliquias del bosque subtropical que cubría Europa hace millones de años, está sufriendo un alarmante retroceso que puede llevarla al colapso, debido, principalmente, a dos motivos: el cambio climático y la acción del ser humano.

El primero, el cambio climático, depende de las acciones que tomen nuestros políticos, sean del partido que sean. Su responsabilidad pasa por legislar con presupuestos efectivos y con medidas eficaces de conservación para preservar estos bosques y la supervivencia de nuestros descendientes.

El segundo motivo, la acción del ser humano, depende exclusivamente de nosotros, residentes y turistas. El abandono de colillas, pañuelos de papel, latas, botellas de plástico, … envenenan el medio ambiente. Incluso el orín de nuestros perros asusta a las aves que intentan nidificar por la zona, ahuyentándolas. De ahí la importancia de llevarlos atados y no sueltos, como ya está regulado en algunos parques naturales del sur de Francia, Cataluña y Baleares.

En tu mano está la solución, ya sea mediante tu voto o por tu acción diaria para ayudar a que nuestros hijos e hijas puedan seguir disfrutando de la naturaleza milenaria de las selvas de nieblas que son los bosques de laurisilva.

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