Mientras el sol enseñaba bellas posturas de Tai chi
a las sombras,
las nubes bailaban.
Me abrazo.
Un recuerdo
que sin palabras
me hizo sentir
que todo iba a ir bien.
@jlregojo #RegEye
No hay necesidad de apresurarse, no hay necesidad de brillar, no es necesario ser nadie más que uno mismo.No need to hurry. No need to sparkle. No need to be anybody but oneself
Quien nos roba los sueños nos roba la vida / He who robs us of our dreams robs us of our life“Orlando”
La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder.
— Aristóteles
Leyendo La España vacía. Viaje por un país que nunca fue de Sergio del Molino, Turner publicaciones, 2016, encuentro esta cita y unos comentarios suyos que me hacen reflexionar.‘El cielo y la tierra no son humanos, y contemplan a las personas como si fueran perros de paja.’
Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.*
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.*
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.*
La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna, soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.*
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.*
Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo, se les antoja,
una vitrina de espuelas.*
La ciudad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.*
¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
juego de luna y arena.
La imagen que se tiene del acto de escribir poesía es una imagen que nos sitúa en un café en París y que nos saca de la cocina de casa, de la cama o de estar con los hijos. Las consecuencias para la vida práctica son tremendas, pues de esa imagen se deriva que no se puede escribir poesía en cualquier lugar.La poesía debe ser un poco seca para que arda bien, y de este modo iluminarnos y calentarnos.
mirar
ya sería una especie de despedida
Dio calor a Jesús, recién nacido, en el pesebre, y así figura en las estampitas: posando para la foto, con sus grandes orejas en primer plano junto a la cuna de paja.
A lomo de burro, se salvó Jesús de la espada de Herodes.
A lomo de burro, anduvo la vida.
A lomo de burro, predicó.
A lomo de burro, entró en Jerusalén.
¿Será tan burro el burro?