Septiembre 2023. Nro. 14
Artículo publicado en la sección 'Desde mi balcón' de la revista cultural canaria Tamasma Cultural de mayo del 2023.
Desde mi balcón, al pelete del atardecer, pienso en la diversidad climática que tiene Tenerife. Para algunas personas procedentes del continente, vivir en las islas les provoca una sensación de encierro; a mí, no. ¡Tienen tanto que mostrar más allá del sol y la sangría! Por otro lado, para los que habitan en ellas, el océano que les abraza es una promesa de inmensidad y libertad.
En esta isla en concreto, Tenerife, esa sensación viene dada también por dos elementos, su orografía, escarpada e impresionante, y sus 25 microclimas, que permiten elegir la estación del año en que uno quiere vivir con apenas unos kilómetros de distancia. Cambios bruscos de temperatura que dependen de la altitud u orientación y se ven reflejados en la variada vegetación del paisaje según nos encontremos en el norte o sur de la isla:
La zona norte, donde golpean los vientos Alisios, se subdivide en tres áreas: baja (clima mediterráneo, 200-600 metros de altitud), media (clima oceánico, frío y húmedo, 600-1500 metros de altitud) y alta (aire seco y polar en invierno, 1500-2700 metros de altitud).
La zona sur, donde no inciden los vientos Alisios, se subdivide en tres áreas, también: baja (costera y árida), media (lluvias ocasionales con temporales del sur), y alta (días calurosos).
¿Cómo afecta el clima a la literatura canaria?
El clima de las islas Canarias ha tenido y tiene una influencia significativa en la literatura. Ya Homero, s. VIII a.C., ‘crea’ la Macaronesia y la leyenda en torno a Canarias (1) a través de la poesía épica con la Ilíada y la Odisea. Tiempo después, en los siglos XVI y comienzos del XVIII, encontramos referencias literarias al vino, entre muchos otros, en obras de William Shakespeare (2). El clima y José de Viera y Clavijo están muy ligados y, como muestra, nos remitimos a su Diccionario de la Historia Natural de las Islas Canarias de publicación póstuma en 1866. Ya en el siglo XX, podemos empezar por Agencia Thompson y Cía., de Julio Verne, publicada póstumamente en 1907, donde narra las peripecias de un viaje en un barco a vapor a través de las Azores, Madeira y las islas Canarias. Seguimos con el recuerdo a Eugene O’Neill que se estableció aquí en 1931 para finalizar A Electra le sienta bien el luto. Por otro lado, ¿sabías que Agatha Christie solucionó un caso en Tenerife? Pasaba largas estancias en el Puerto de la Cruz y quiso dedicarle un relato llamado La señorita de compañía, recogido en Miss Marple y trece problemas publicado en 1932.
Un año después, A. J. Cronin (Nobel de Literatura en 1960) también escribió Gran Canaria, novela con una trama entre esa isla y Tenerife. En los mismos años 30, André Bretón, el impulsor del movimiento surrealista, vino a Tenerife con motivo de la I Exposición Internacional Surrealista y se inspiró para la escritura de El amor loco.
A estas alturas, seguro que nos dejamos muchos autores sin mencionar que han sido influenciados por la climatología canaria. Un millón de disculpas. No obstante, antes de finalizar, no podemos olvidarnos de Alberto Vázquez-Figueroa, con más de cien libros publicados y traducido prácticamente a todos los idiomas; Alexis Ravelo, uno de los grandes valores de la novela negra en español, fallecido recientemente; Félix Francisco Casanova, a quien se ha homenajeado este año durante el Día de las Letras Canarias; Andrea Abreu y su novela Panza de burro, o mar de nubes canario (3), y el periodista Juan Cruz Ruiz, autor de Viaje a las Islas Canarias, donde nos explica: “Tenerife es todas las estaciones a la vez, mientras que Gran Canaria es invierno y verano, Fuerteventura verano y Lanzarote es como una eterna primavera caliente. En La Gomera encontramos todas las estaciones: la primavera de Playa Santiago, el verano melancólico de Valle Gran Rey y el invierno cerrado de Garajonay…” (4).
En resumen, el clima de las islas Canarias, abordado como tema central o como telón de fondo para las historias, ha sido un elemento importante en la literatura isleña, ya que ha servido como fuente de inspiración y ha influido en las tramas y los personajes de muchas obras literarias.