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jueves, 17 de agosto de 2023

Resumen estival de las Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife) 3/4



Para que tengáis lecturas amenas durante el mes de agosto, os incluyo un resumen de aquellas entradas que he ido publicando en los últimos diez meses.

Espero que las podáis disfrutar.

¡Buen verano!

7.- Risas y lágrimas

jueves, 10 de agosto de 2023

Resumen estival de las Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife) 2/4





Para que tengáis lecturas amenas durante el mes de agosto, os incluyo un resumen de aquellas entradas que he ido publicando en los últimos diez meses.

Espero que las podáis disfrutar.

¡Buen verano!

4.- El océano desde Candelaria



jueves, 3 de agosto de 2023

Resumen estival de las Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife) 1/4







Para que tengáis lecturas amenas durante el mes de agosto, os incluyo un resumen de aquellas entradas que he ido publicando en los últimos diez meses.

Espero que las podáis disfrutar.

¡Buen verano!

1.- Canarias: el aguacate y las casualidades.

jueves, 20 de julio de 2023

Jornada de reflexión - Jornada de reflexió



Ante la inminente jornada de votación que está a la vuelta de la esquina, solo quiero recordarte las dos reflexiones que he hecho desde este blog, tanto para la jornada electoral municipal/autonómica, como para las generales. Espero que te ayuden a decidir tu voto.

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Davant la imminent jornada de votació que està molt a la vora, només vull recordar-te les dues reflexions que he fet des d'aquest blog, tant per a la jornada electoral municipal/autonòmica, com per a les generals. Espero que t'ajudin a decidir el teu vot.

La primera la escribí desde Tenerife:

28-M: el océano también vota.


La segona la vaig escriure des de Menorca i va ser publicada al Diari de Menorca el 13 de juliol:




lunes, 3 de julio de 2023

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 13.- Las prisas en Candelaria




Julio 2023. No.13 


Todas las ciudades se viven de manera diferente, según la persona y su estado de ánimo. Yo soy un ciudadano afortunado que conoce y reside en una Candelaria sin prisas, y eso es de gran ayuda para sobrellevar el día a día. Una ciudad que no es objetivo masivo de turistas con pulseritas. Posee un entorno por el que puedes viajar sin prisa, despacio, para desconectar, bajar el ritmo y disfrutar al máximo, no solo de las vacaciones, sino también de vivir y compartir tiempo con la gente que uno se encuentra por el camino. Socializar más allá de las pantallas, a fin de cuentas.

    La prisa, asimismo, es peligrosa cuando cocinas o escribes. Las palabras, como los ingredientes de un plato, son comunicación. Una sabrosa arepa, por ejemplo, se prepara a fuego lento, no es hija de la prisa. Un texto, como un apetitoso manjar, ha de tener un poco de sal, pero sin pasarse, y si es picante, lo justo. Querer acabar cuanto antes el texto para poder leerlo en la tertulia o colgarlo en el blog siempre va acompañado de errores, igual que el plato que, por las prisas, se puede quemar o quedar crudo. Un ejemplo de lo primero es el titular que corre por las redes sociales, que se atribuye al periódico El Mundo. Dice así: “Detenido en Fuenlabrada un motorista que huyó tras morir en un accidente de tráfico”.

    Digamos no a la prisa, al vértigo, ajetreo, trajín, velocidad, apremio, urgencia, premura, apresuramiento, acuciamiento, apuro, perentoriedad, prontitud, presteza, celeridad, rapidez, e impaciencia. Vivir, viajar, cocinar y escribir sin todo esto que acabo de enumerar es una filosofía que pocas personas conocen. Es un consejo de amigo.

La entrada anterior:  28-M: el océano también vota.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 12.- 28-M: el océano también vota.

 


Junio 2023. No.12 

El océano lleva unos días agitado, como si temiera algo o quisiera prevenirnos sobre lo que se aproxima: las elecciones.

    Una inmensa cantidad de agua y vida marina que se alimenta de restos orgánicos, metamorfoseándolos en nuevos nutrientes. Un ciclo de vida que transforma los peces en alimento de calidad. De sus corrientes depende en buena medida nuestro clima. 

    Más cerca de nosotros, encontramos playas de callaos y de arena negra llenas de colillas, botellas de plástico, latas y suciedad diversa que no les pertenece, así como las aguas fecales vertidas en sus aguas. La excepción son aquellas playas, a menudo de arena blanca, que son "creadas" como áreas turísticas, tostaderos para el turismo continental, sin consideración por los residentes locales. Una limpieza exterior que oculta otro foco más de contaminación de los ecosistemas marinos procedente de las sustancias tóxicas de las cremas solares (25.000 toneladas cada año, según National Geographic) que pueden ocasionar alteraciones hormonales y reproductivas en las especies que habitan en el océano. 

    No vamos a negar que el impacto económico es considerable. A mucha gente le gusta endeudarse para permitirse unas vacaciones en esas moles de cemento que generan magros beneficios para la población canaria, pero ganancias millonarias para las multinacionales extranjeras que, en su mayoría, pagan impuestos en el exterior, perjudicando así la sanidad, la educación, las carreteras y los gastos sociales de los que vivimos y votamos aquí.

    Es cierto que el crecimiento económico es positivo en situaciones de pobreza, al igual que alimentar al que tiene hambre. Sin embargo, la obesidad, tanto económica como física, no es saludable.

    Nos enfrentamos a dos perspectivas diferentes que no coinciden: un turismo sostenible vs. un turismo de masas. Algunos queremos una naturaleza rica, que se regenere y que nuestros hijos e hijas puedan heredar. Otros solo buscan acumular dinero hoy. Tipos de riqueza diferente; dos puntos de vista lícitos, aunque no coincidentes.

    Así como la contaminación por el exceso de vehículos no se soluciona construyendo más carreteras, la renta de la población media no crece al ritmo del incremento de turistas. Tampoco lo hace la esperanza de vidaEn cambio, la explotación, las horas extras a destajo sin pagar, los salarios bajos, el dinero negro, la ansiedad, el estrés, y la disminución en la calidad de vida de muchos de nuestros vecinos y vecinas sí aumenta.

    Ese océano agitado que nos avisa, el segundo más extenso de la Tierra, es nuestro Atlántico con forma de la letra S de 'SOCORRO'. El hecho de que pueda estar libre de basura, plásticos y colillas es sinónimo de salud y vida para los que vivimos junto a él.

    Está en tu mano. Recuerda que, con tu voto, estás decidiendo el destino de nuestro océano y de nuestra madre naturaleza, la única herencia segura que dejarás a tus hijos e hijas.

*Por motivos de calendario electoral, he adelantado la entrada del mes de junio.

La entrada anterior: Una arepa en Candelaria

lunes, 15 de mayo de 2023

Tres poemas de escuela y juventud



Poemas publicados el 15 de mayo de 2023 en la revista mexicana Aionhttps://aion.mx/literatura/poemas-de-escuela-y-juventud


En la puerta del instituto


En la puerta del instituto,

él, como un pavo real,

acelera la moto.


En la columna,

ella, apoyada, 

le mira y sonrie.


Sus movimientos,

un alfabeto que no se enseña,

se aprende.


*


En el aula


Alumnos hablan

sin prestar atención.

A veces miran,

nadie pregunta.

No saben que no siempre les escucho.

A veces les miro, sin ver.

A veces sueño, despierto.

A veces una difusa y lejana imagen mental

brota por su cuenta.

Me libera

de su tiranía adolescente,

sin maldad,

a mi soledad.


*


Juventud poligonera


Pantalones caídos, 

cuerpos nerviosos, fibrosos,

moreno de sol poligonero.


Camisetas sin mangas,

brazos tatuados con relojes sin horas,

cabezas rapadas, con crestas, vacías.


Polígonos tuneados con paredes verdes de humedad,

hacinados de viviendas donde no se come caliente

e impera el ruido para tapar el silencio.


Chiquillas que dan biberones

entre  flores, latas y vidrios

mientras chatean con el móvil. 


Mocosas listas para quedar preñadas 

de cualquier chandalerillo aguantaesquinas,

para huir. 


Ilusiones envueltas 

en bolsas de pegamento

al vaivén de una suave brisa de porro.


Miradas periféricas

cuya lozanía queda engullida

por una ceniza de realidad.


Corazones gastados, criaturas rotas.

La sociedad los llama poligoneros,

los trata como objetos perdidos.