Mayo 2023. No.11
Mayo 2023. No.11
Abril 2023. No.10
Artículo publicado en la sección 'Desde mi balcón' de la revista cultural canaria Tamasma Cultural nro. 35 del 30 de enero de 2023.
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Hoy publico una entrada extraordinaria en homenaje a un joven, D., que debería estar preparando su disfraz de carnaval.
La calima de hace dos días nos trajo, por contraste, la luminosidad del día de ayer. Jornada en la que se eligió, entre música y alegría, a la Reina del Carnaval 2023. Esa calidez, por contraste, nos ha traído el frío de hoy, no solo climático, sino también por la pérdida voluntaria de un joven de veintipocos años, que decidió dejarnos antes de hora. Mañana, por contraste, también tendremos la Cabalgata Anunciadora del Carnaval, seguida de unas semanas de bailes y fiestas repartidos por todo Tenerife.
No es la primera pérdida cercana por voluntad propia que he sufrido entre las amistades y seres queridos que me rodean. De hecho, en 2012 escribí un cuento que resultó ser de mucha utilidad para aquellas personas que se quedan aquí lamentando y llorando la ausencia del ser querido: Max y su sombra. Es un libro que ya está descatalogado, la editorial no existe, pero lo podéis leer aquí.
Hoy, en la iglesia de Santa Ana, en Candelaria, he asistido a la misa funeral en recuerdo de D. Un joven sacerdote ha oficiado una ceremonia digna y sentida. La tristeza y lágrimas de familiares y amigos estaba acompañada por el sonido festivo de tambores proveniente de la plaza de la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, situada a pocos metros de esta pequeña y acogedora parroquia del casco antiguo, con un rico patrimonio artístico en su interior.
Risas y lágrimas, vida y muerte, calor y frío, nubosidad y claridad, ruido y silencio. Contrastes brutales sin anestesia.
D., sin querer, nos ha sumido en una especie de koan o acertijo Budista Zen, aparentemente imposible de resolver, que crea un estado mental de confusión cuya solución pasa por romper con la lógica con la que nuestro cerebro funciona a diario. D., respecto a la vida y la muerte, nos avisa: «No comienza, no termina, ¿qué es?»
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Enero 2023. No.5
Sentado en el banco frente a la playa del Alcalde, veo la línea del horizonte. Una fina línea que no es sino el mar al confundirse con el cielo. Una pradera de agua azul que se mezcla con el infinito, en el fondo del fondo, donde no alcanza la vista. Desconozco el origen del nombre de esta playa, a pesar de habérselo preguntado a la alcaldesa, cargo que ocupa desde 2015, vía Twitter, sin obtener respuesta. No sé si se debería cambiar el nombre a uno más genérico: playa de la Alcaldía.
Mientras sigo hipnotizado por esa recta infinita que oculta lo que hay más allá, a mi lado, hay un grupo de turistas comiendo churros. No siempre somos conscientes de todo lo que vemos. A veces, no queremos ver lo que sabemos que no nos gustará encontrar, y preferimos ignorarlo. Hoy, desde el banco, veo el final marcado en esa línea, otros días veo, como recién sacada de la lavadora, una colada de nubes tendida de ella, y otros el perfil de la isla de Las Palmas de Gran Canaria enfilado sobre la misma. Tres visiones de una misma realidad y las tres son ciertas.
Con la llegada del 2023, cumplimos un año más, somos un año más sabios e inconscientes. Esta reflexión me transporta a la campaña institucional del Gobierno canario para atraer a ciudadanos europeos de más de 55 años (llamados ‘silver plus’)* para que vengan a vivir aquí bajo el lema “las islas que alargan la vida”. Una curiosidad del spot es el considerable número de actores que parecen más jóvenes de 55 años, ¿una manera de apelar a la vanidad de los que ya superamos los 60?
Por otro lado, me duele saber que mientras los europeos del norte vienen a “alargar su vida”, la calidad de vida de los canarios (europeos del sur) empeora a partir de los 60 años. Según un estudio publicado por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona (CED-UAB), Canarias está entre las tres comunidades autónomas en las que peor envejece su población.
¿Por qué no se dedica una tasa turística a ‘alargar más la vida’ de la población canaria?
Volviendo al informe, las mujeres en Canarias pueden aspirar a vivir con buena salud una media de nueve años a partir de los 50 (la cifra más baja de España) y los hombres unos diez años (el tercer peor dato). Resulta que la esperanza de vida con buena salud a partir de los 50 años está directamente relacionada con el gasto sanitario público. Vemos, según el estudio, que las comunidades que tienen una esperanza de vida con buena salud más alta son La Rioja, Baleares y Cataluña (hombres) y Navarra, Cataluña y Aragón (mujeres), mientras que por la cola se encuentran Murcia, Castilla la Mancha y Canarias (hombres) y Canarias, Murcia y Galicia (mujeres). Este estudio, publicado por la revista Perspectivas Demográficas, muestra que un gasto público de 800 euros más por persona en salud entre 2006 y 2019 se tradujo en 1,5 años más de esperanza de vida con buena salud para los hombres y en 1,2 años para las mujeres.
¿Cuánto gastó el Gobierno canario en la salud de aquellas personas que convierten Canarias en un paraíso para los ‘silver plus? ¿Cuándo el lema “las islas que alargan la vida” se aplicará a los habitantes que trabajan, viven y cotizan en Canarias?
Por último, es importante no mezclar la mayor esperanza de vida con vida saludable, cosa que algunos políticos sí hacen. Este estudio demuestra que las comunidades con mayor esperanza de vida no siempre son las que tienen más años de vida saludable. Un ejemplo claro es la Comunidad de Madrid, con una mayor esperanza de vida entre los hombres de 50 años en 2019, pero obtiene un séptimo lugar en la clasificación de años de vida saludable. La conclusión es clara, cuanto mayor es el gasto sanitario público per cápita, mayor es el número de años que se vive sano. Tal como dice el informe, “gastar en salud, resulta una inversión saludable".
Curiosidades:
Según el Diario de Avisos del 7 de noviembre de 2022, Canarias está entre las comunidades con menos esperanza de vida del país.
Según eldiario.es de Canarias del 23 de noviembre de 2022, Canarias es la cuarta comunidad de España con mayor esperanza de vida.
Mientras que el primero se basa en un estudio, Perspectivas Demográficas, del Centro de Estudios Demográficos en la Universidad Autónoma de Barcelona (CED-UAB) entre los años 2006 a 2019, el segundo, Esperanzas de vida en España, ha sido llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad entre los años 2006 y 2020.
Diciembre 2022. No.4
Observar el océano desde Candelaria, escuchar su sonido y sentir los rayos de sol entre palmeras y dragos durante el solsticio de invierno permite desconectar de los momentos agobiantes de la rutina diaria. La línea final del horizonte, escudo protector natural, alarga la mirada e imaginación hacia mundos que nos mantienen activos.
El océano es movimiento. El océano nunca es silencio.
Ver el océano desde el puerto de Candelaria permite disfrutar de todas las escalas y frecuencias de un concierto de olas permanente. Una melodía, fruto de la conjunción de instrumentos de viento que se acercan con el ulular de los vientos alisios; los de cuerda que, de la mano de las olas, acarician la costa, sus guijarros y la arena de las playas, más los de percusión cuando embisten contra las rocas y espigones. Una música que nos acompaña desde el bramido matinal que nos despierta hasta la nana que nos acuna al anochecer. Si a todo este conjunto musical, le añadimos el coro de aves marinas, el resultado es un universo sonoro inabarcable.
El océano es movimiento. El océano nunca es silencio.
Percibir el océano desde las playas de Candelaria, en días calmados, transmite un sonido de agua tranquila. Las olas que llegan de Gran Canaria, esa tímida isla oculta tras la línea del horizonte, se desploman con pesadez sobre los guijarros y la arena negra, chocando contra el puerto con un ritmo preciso: ataque y resaca. Un baile que la geología practica con el océano: durante la pleamar, se ve atraído hacia arriba por la Luna y lleva su agua por los recovecos bajo los espigones. No obstante, con la bajamar, el océano se aleja de la directora de orquesta, la Luna, y ofrece playas alfombradas por una tela húmeda, espumosa y fina, un micelio marino, mientras muestra escondidos rincones por los que podemos pasear.
El océano es movimiento. El océano nunca es silencio.
Contemplar el océano desde mi balcón en Candelaria, permite distinguir cómo las aguas se debaten contenidas entre el muro de la Hornilla, el derruido espigón de la playa del Olegario y los muelles y barcos del puerto de pescadores, donde el agua salpica y hace gemir a las barcas. Las gaviotas gritan a la búsqueda de alimento en las aguas, no muy limpias, del puerto. El arrastre de los guijarros ofrece un sonido especial, amplificado por la noche, en el que solo desafinan los centenares de colillas* agazapadas entre los granos de arena. De ahí que el dios Neptuno nos castigue, cada cierto tiempo, escupiendo microalgas, penitencia por nuestro pecado original: contaminar los océanos.
El océano es movimiento. El océano nunca es silencio.
Observar, ver, percibir y contemplar el océano desde Candelaria es asistir a un concierto permanente que mejora la percepción, la memoria y el lenguaje, además de estimular la producción de serotonina en el cerebro. Motivo por el cual, cada solsticio de invierno, los que vivimos en la Villa de Candelaria, nos preparamos para dar la bienvenida al nuevo año, mientras el océano continúa acogiéndonos con cariño, cual vientre materno.
*Cada colilla puede llegar a contaminar entre 8 y 10 litros de agua marítima, y hasta 50 litros de agua dulce. Más info.
Noviembre 2022. No.3
El mes pasado asistí a la función teatral ‘Bárbaros’ representada por la compañía Troysteatro en el Espacio Cultural Cine Viejo de Candelaria. La buena actuación de los actores quedó eclipsada por el hecho de que tuvieran que recurrir a la sal gorda, al chiste fácil: utilizar estereotipos de los catalanes para buscar la risa facilona del espectador. Ese tópico, que no mejoraba ni el texto ni la obra, sí que era indicativo de la existencia de un complejo por parte de quien decidió añadirlo.
Según la Real Academia Española de la Lengua, la primera acepción del término ‘estereotipo’ es: Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. Entonces, según esta definición, un catalán debería ser trabajador y tacaño; un vasco, un bruto. El andaluz es chistoso, mientras que el madrileño es un chulo. ¿Cuál es el estereotipo del canario? ¿El de un Caco Senante cantando Mojo Picón o el de Los Sabandeños y su Cantata del mencey loco?, ¿o el de una persona aplatanada que no trabaja porque está siempre en la playa bebiendo cerveza? Lo cierto es que es bueno para la salud tomarse los estereotipos con distancia y humor. No dejan de ser un síntoma de prejuicios sin fundamento, generalizaciones banales y, en algunos casos, una muestra del complejo y envidia de aquel que los emplea.
La publicidad hace mucho daño cuando los utiliza para aumentar las ventas. Transmitir la imagen del canario que vive entre palmeras, bajo un sol eterno, con una vida relajada y de fiesta permanente para vender más y atraer turismo, no ayuda a eliminar los estereotipos. Se debería poner énfasis en algo que he podido comprobar desde que vivo aquí, el hecho de hablar más pausado y no ir estresado a todas horas no quiere decir ser menos eficiente, y eso es algo que se debería aprender en la península.
Transmitir esa imagen estereotipada hace daño a las familias canarias que sufren penosas condiciones laborales, cuando no están en el paro. Por otro lado, muestra poco respeto hacia la cultura, naturaleza y medio ambiente canario. Hasta cierto punto, parece propio de una mentalidad colonial. No se puede obviar que la banalización de esta clase de tópicos, que sostienen la idea de que aquí la gente está siempre despreocupada y sin problemas de ningún tipo, acaba convirtiéndose en un lastre para la verdadera población canaria de a pie. Una imagen que solo favorece a quienes quieren vender este falso producto e invisibiliza la dura realidad de tantos canarios y canarias que no llegan a fin de mes, a pesar de estar trabajando largas jornadas por unos sueldos de miseria.
Los estereotipos interesados no pueden encubrir la realidad que tienden a ocultar la mayoría de los políticos: Canarias es la segunda región con más paro de la Unión Europea, solo superada por Ceuta, y los jóvenes se dejan el 94% de su sueldo en alquiler, por solo contar un par de noticias recientes.
En conclusión, estar en contra de los estereotipos no quiere decir no estar a favor de airear lo bueno que ofrece Canarias, ni mucho menos, yo mismo lo hago desde este blog. Sería interesante investigar cuánto capital canario hay detrás de las empresas que hacen esas campañas publicitarias estereotipadas. La población tinerfeña, candelariera y canaria en general (como la vasca, catalana, andaluza, madrileña, ...) se merece un respeto, que los estereotipos y el chiste fácil le niegan.
Octubre 2022. No.2
Es un clásico que cuando alguien habla de Tenerife, lo primero que destaca es el buen tiempo, entendiendo como tal: sol y calor, ¡cómo si la lluvia no fuese beneficiosa para el campo! Cuando vienes a vivir a Tenerife, ese estereotipo meteorológico desaparece y aparecen los microclimas. Aprendes que siempre debes llevar en el coche un paraguas, un bañador, un jersey de abrigo, una toalla y unas chanclas. El motivo es sencillo, en cuestión de pocos kilómetros pasas de un cielo lluvioso y frío en el norte a uno despejado, caluroso y soleado en el sur.
Los folletos turísticos tinerfeños también destacan sus playas y la naturaleza salvaje y volcánica del paisaje. Otros recomiendan sus atractivos culturales, pero lo más importante, lo que hace agradable la estancia en esta isla, a mi modo de ver, es la amabilidad de sus habitantes, en especial en Candelaria y todo el valle de Güímar.
Tenerife es mucho más que ese conglomerado de cemento que invade numerosas playas rodeadas de naturaleza salvaje. Lo realmente relevante, y que muchas de las personas que llegan aquí no alcanzan a conocer, es su historia, su gastronomía y la naturaleza de los isleños.
Ya en 1886, un viajero y erudito suizo, Herman Christ, en su libro Un viaje a Canarias en primavera, escribió sobre el carácter canario:
“El canario es sensible y lleno de comprensión hacia los deseos ajenos, servicial, extrovertido, charlatán, pacífico; libre de cualquier exageración en cuanto al sentido del honor y de toda tendencia bélica; libre de pasiones políticas y de cualquier actitud violenta o, incluso, sangrienta; le es ajeno todo deseo de revoluciones o pronunciamientos. En cambio, prefiere la vida natural, es amigo de las plantas, las conoce a todas por sus nombres y, donde puede, se rodea de ellas; es casero, con muchos hijos, nada arrogante ni orgulloso. El isleño reúne una serie de características que faltan en el resto de los españoles, que se singulariza por tener las contrarias.En cambio, al isleño le falta el ardor y la energía, la obstinada tenacidad y el estoicismo que se advierten en el peninsular. El isleño es de materia blanda y sus carencias parecen ser más bien las de un carácter débil que las de uno fuerte. Si se aparta en pequeñas cosas de la verdad, es más por cortesía que por interés. No obstante, aun así, la Historia demuestra que defiende su patria con heroísmo”. Fisonomía y carácter del canario
“Son abiertos, ingenuos, pacíficos y conciliadores, además de fieles, modestos y cumplidores; trabajadores que se contentan con poco y hospitalarios como nadie. Por cualquier sitio que se pase a caballo, la gente se dirige a uno y le pide que desmonte y entre a casa para descansar. Si uno acepta, no solo lo invitan a comer, sino que lo consideran como un amigo de la casa o un miembro de la familia, que puede entrar y salir o quedarse cuando quiera, sin más formalidades.No pierden jamás, ni siquiera en las situaciones más extremas de la vida, la decencia y compostura, que también conservan normalmente las clases bajas. En las fiestas y bailes populares o en los certámenes de salto, lucha, lanzamiento y carrera siempre son comedidos y correctos: jamás hay brotes de vandalismo o apasionamiento excesivo. En caso de enfermedad y muerte, de preocupación y necesidad muestran siempre una calma y resignación próximas al estoicismo. Solo resulta verdaderamente lamentable el hecho de que se haya descuidado la instrucción del pueblo, lo cual ha redundado en una ignorancia y oscurantismo que han mantenido la creencia en brujas y malos espíritus…”. El carácter de los canarios
La historia es muy cruel y le gusta poner en un compromiso a quienes se atreven a generalizar, y si no, ¿cómo se explica lo ocurrido entre ‘pacíficos’ vecinos canarios durante la Guerra Civil española? En la sima de Jinámar, un volcán situado en Gran Canaria, se han descubierto restos de decenas de personas represaliadas y ejecutadas por las fuerzas sublevadas siendo arrojadas a su interior, cuando no apotaladas*. Aquí, a diferencia de lo ocurrido en la península, las víctimas no se enterraron en las cunetas.
De todas formas, volvamos a la actualidad. Parece ser que los rasgos positivos de la raza y cultura guanche, debidos, quizás, a la insularidad, son los que han perdurado a lo largo de los tiempos. Este aislamiento, complementado por la suavidad del clima y los contrastes climatológicos, potencia una acogida positiva al que llega de fuera, siempre que lo haga con respeto y no en hordas que solo buscan sol y alcohol. Si eres respetuoso, la amabilidad tinerfeña te sorprenderá, de la misma manera que lo hará la del resto de habitantes de las islas del archipiélago, cada una con sus peculiaridades y diferencias que las enriquecen.
Por experiencia propia, puedo decir que la forma de hablar, sosegada y dulce, con abundancia de diminutivos, refleja un carácter afectivo que acoge al que llega del exterior. Una manera de hablar que influye sobre la forma de actuar, más calmada. Una filosofía de vida que, a veces, no se comprende desde la península, pero que, en el fondo, se envidia. Ni siquiera aquellos peninsulares que nos establecemos en Tenerife, y, más aún, en Candelaria, escapamos a esa influencia tranquilizante, que nos arrulla y envuelve en una placentera existencia.