@jlregojo

Mi foto
@jlregojo (Twitter/Instagram) - https://www.facebook.com/joseluis.regojo (FACEBOOK)
Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de junio de 2025

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 37.-Un lunes cualquiera

 





Hoy comienzo a escribir este artículo a las 13 horas de un lunes cualquiera en Candelaria, Tenerife, una isla rodeada por un océano rebelde. Sin embargo, en otra isla, Menorca, abrazada por un mar pacífico, lo estaría escribiendo a las 14:00 horas del mismo día 24. ¡Una hora después de haberlo comenzado en Tenerife! ¿Cómo es posible empezar a escribir algo que ya habría escrito una hora antes?

De todas formas, si estuviera en Tonga, una isla perdida de Oceanía, en la Polinesia, estaría comenzándolo a escribir a las 02:00 h de la madrugada del día 25. Es decir, podría estar escribiéndolo hoy y mañana al mismo tiempo, e incluso corregirlo antes de haberlo escrito. Esto me lleva a una conclusión: el tiempo es simplemente un invento humano. Un concepto creado con buenas intenciones pero que, con los siglos, ha terminado por esclavizarnos. Algo así como el teléfono móvil o ser un emprendedor de éxito.

Algunos tenemos la suerte de haber alcanzado ese momento de la vida en el que vivimos en un no-tiempo permanente, un estado que algunos abandonan o rechazan, pero que otros abrazamos con entusiasmo. Un tiempo sin reloj. Un espacio de no-tiempo que nos permite observar cómo crece una planta, sentir cómo morimos un poquito más cada día, y darnos cuenta ahora de nuestra no-existencia para, paradójicamente, amarnos más, cuidarnos, mimarnos, sentirnos y disfrutar de cada instante. Este no-tiempo es tan necesario como viajar, porque viajar, contrario a lo que algunas personas creen, no es huir. Es una forma de desaparecer estando presente, es un no-ser siendo, una forma de liberación.

Por otro lado, el tiempo contrario al no-tiempo, el convencional, es una trampa geométrica. Una telaraña invisible que nos atrapa entre sus hilos, haciéndonos creer que debemos sacrificar el presente por el futuro, a pesar de que la vida solo existe en el presente. Un ahora que, sumado a nuestros ayeres, nos funde en un no-tiempo sin un hoy ni un mañana.

En conclusión, el tiempo es relativo, subjetivo y, en muchos casos, una ilusión. La duración de un minuto depende del lado de la puerta del baño en el que te encuentres. Lo único real es el instante que vivimos ahora, ese que debemos abrazar antes de que se convierta en otro ayer más.

La entrada anterior: Un encuentro inesperado

domingo, 18 de octubre de 2020

Somos


Somos personajes,

no personas,

cansados de esta monótona economía:

la vida.


Saldos en venta en un escaparate móvil.

Más que un rostro, 

una máscara impasible 

ante un semblante sin vida.


Constelaciones útiles

para orientar a los demás.

Nos dispersamos

sin saber dónde estamos. 


Protagonistas publicitarios,

selfies andantes con poder, dicen.

No es de hoy esta hora,

es del viejo reloj de mi memoria.


Mientras tanto, los años caen 

al abismo del tiempo.

Eso somos,

un término medio entre un cuerpo y su sombra.




@jlregojo #RegEye

sábado, 11 de julio de 2020

Buscando un tiempo (versión 2)


Buscando 
un tiempo 
robado 
a un tiempo,
hurtado 
a un tiempo,
despojado 
de un tiempo.


Paseo,
me cruzo
con caras 
sin nombres,
contornos 
de sombras 
entre ocres 
de neblina.


Ya no es 
mi barrio.
Ya no es 
mi calle,
pero sí,


S
O
Y


D
E


A
Q
U
Í


Cadáver andante,
mundo cambiante.
Sigo caminando, 
rastreando 
cual perro de caza,
mera silueta.


¿Dónde están 
aquellas personas 
amarradas 
a mi existencia 
de juventud,
capaces 
de mantenerse 
en el anonimato 
fantasmal 
por la calle 
donde crecí?


Mi calle 
que ya no es mi calle,
pero sí,


S
O
Y


D
E


A
Q
U
Í


Miradas 
anónimas 
que ocultan 
secretos 
inconfesables,
víctimas 
desconocidas 
de este mundo,
de este barrio, 
de esta calle
que ya no es mi calle,
pero sí, 


S
O
Y


D
E


A
Q
U
Í


¡Fue tan corto 
el amor
y tan largo 
el recuerdo!


Vivir 
en el barrio
nos asegura 
un error 
duradero 
en el tiempo.
Tiempo 
que nos ignora,
nos sigue 
por una calle 
infinita.
Tiempo 
indiferente 
que no espera.

@jlregojo #RegEye