Mis ojos,
ríos de tristeza desbordados,
circulan sin rumbo
hasta el embalse del corazón.
La tristeza
los vuelve atractivos.
Angustiosa felicidad,
feliz angustia.
Ojos que mienten, que ignoran,
no ignoran que mienten.
Ojos que sin estar ausentes
son ausencia
cautivada y cautivante,
que comparten sus silencios
en el silencio del embalse
que los alimenta con nostalgia.
Roma 2019.
#RegEye @jlregojo
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