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lunes, 4 de diciembre de 2023

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 17.- Y llegó la Navidad


Diciembre 2023. Nro. 17

Sentarme frente al océano de Candelaria se ha convertido en una rutina, una bella rutina que me ayuda a despensar la realidad. Mientras reflexionábamos, el océano y yo, cuánto nos queda aún por descubrir, nos miramos a los ojos. Empezó a soplar una brisa ligera
. Yo me puse a soñar, de insomnio en insomnio, lo que se sueña cuando la calima del desierto nos ciega la conciencia. Momento en el que soy la mitad de mí mismo.

«Estamos en invierno», pensé. La ausencia de frío había hecho disminuir la rigidez y dolor matinal de los dedos de mis manos, que era habitual en la península. El sol ausente se filtraba entre mis pestañas, mientras yo masticaba silencios en el aire. En un determinado instante, en cuanto el astro rey vislumbró mi desamparada sombra, se detuvo y me dejó a solas, con mis penas y mis letras, refugiado en la cordura.

Gemidos y recuerdos,

pensamientos impensables,

oscuridad de conciencias,

tierras de espanto,

rincones sin calor.


El viento escupe imágenes violentas

a través del televisor.

Latidos de impotencia,

paquetes de pensamiento,

fábrica de olvidos.


Al menos,

los pájaros cantan,

desobedientes.



Y llegó la Navidad.

La entrada anterior: Rutina de otoño

jueves, 23 de diciembre de 2021

Negra Navidad, un villancico

Llegarán con las manos
llenas de viento, sal y sufrimiento.

El tacto de la nada.

Inocentes ojos de mirada extraviada
que nadie entenderá ni ahora, ni mañana.

El sabor de las lágrimas.

Refugio de las últimas palabras
de los que nunca llegaron al alba.

Manos vacías, mirada mágica.

¡Feliz Navidad!
Como si hubiesen vuelto
los que nunca pudieron decir nada.

@jlregojo  #RegEye

viernes, 30 de noviembre de 2018

La paga de Navidad


Falta una semana para celebrar la Navidad, días en los que mucha gente se acuerda de los más desfavorecidos. Semana en la que muchas personas hacen su obra caritativa anual para sentirse bien el resto del año. Las luces navideñas lucen en todo su esplendor y el consumismo supura por sus venas saturadas.

Ese día, Leonor despierta en su habitación con una sensación de bondad repentina.

-Mamá, he tenido una idea. Quiero hacer un regalo a un niño pobre. Le diré a mi ayudante de cámara que se ponga en marcha por las redes sociales y me busque un pobre, pero que sea español.

-Hija, ¡qué orgullosa estoy de ti! Seguro que tu padre también lo va a estar en cuanto se lo diga. Por cierto, ¿qué le vas a regalar?
-La pelota del último Mundial que me dio la selección de fútbol.
-¡Qué buena idea!, además está firmada por todos los jugadores. Eres digna hija de tu padre y heredera del trono. Él siempre dice que el obsequio ha de estar en función del obsequiado. Hay que dar lo justo para que todo continúe igual. Conservar a los pobres es la manera de mantener el equilibrio natural. Sin nuestra generosidad, los pobres se morirían. Hay que mantenerlos vivos, sacarlos de su miseria sería inmoral.