Dio calor a Jesús, recién nacido, en el pesebre, y así figura en las estampitas: posando para la foto, con sus grandes orejas en primer plano junto a la cuna de paja.
A lomo de burro, se salvó Jesús de la espada de Herodes.
A lomo de burro, anduvo la vida.
A lomo de burro, predicó.
A lomo de burro, entró en Jerusalén.
¿Será tan burro el burro?
¿Acaso no es cierto que cuánto más tímida, callada o introvertida es la persona a nuestro lado, más la ninguneamos e ignoramos?
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