¿Os imagináis hoy en día un programa televisivo como La Clave que emitió TVE desde el año 1976 hasta 1985? En aquella época nos quedábamos hasta altas horas de la noche para escuchar la tertulia que seguía a la película de turno, debates entre el humo de la pipa de José Luis Balbín y sin los insultos, gritos, vulgaridades o pensamiento único de los pseudebates que se emiten acualmente.
Hoy, la involución de la sociedad española ha llegado a tal extremo que cualquiera que ose expresar un pensamiento coherente o de crítica social es sospechoso de ser terrorista, atentar contra el desarrollo de la economía del país o ser de Venezuela. Quizás la única salida que queda es la del pensamiento cínico.
La 'nada intelectual' políticamente correcta pasa por hacer pasar la filosofía, la historia, la literatura, las lenguas clásicas por meros objetos de uso capitalista, de usar y tirar, convirtiéndolos en libros de autoayuda o bestsellers mediáticos.
La serpiente del capitalismo morirá matando, hay que vender todo lo que sea vendible, incluso a los propios trabajadores.
Los trabajadores ya no son personas, ni siquiera una clase social, son objetos dinerarios que se puede hacer con ellos lo que se quiera en aras de mantener un supuesto 'estado del bienestar' y 'precios competitivos'.
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