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domingo, 24 de noviembre de 2024

Recordando la tuya voz: homenaje a Ánchel Conte

 


Hoy ha sido un día especial. Hemos hecho un homenaje a Ánchel Conte en el antiguo instituto Sant Josep de Calassanç de Barcelona, actualmente Moises Broggi.
En una sala de actos llena a rebosar, hemos pasado representantes del profesorado, del mundo de la solidaridad, alumnos, de la fabla aragonesa y de la intelectualidad más variada, acompañados de música con la letra de sus poemas.

Os dejo mi intervención:
Amb l’Ànchel parlàvem català a la feina, però castellà a la intimitat. Avui és un moment íntim.

Hola a todos y a todas,
Ánchel, un amigo que dedicó su vida a la cultura, la enseñanza y la lucha por una sociedad más justa, dejó una huella profunda en cada causa que abrazó. Desde su militancia en el PCE, su activismo en el colectivo homosexual y su compromiso con el Comité de Solidaridad con Guatemala, hasta su dedicación diaria a todos los alumnos y alumnas del instituto, con especial atención a los más conflictivos y con mayores necesidades educativas. 
Un hombre que, con su vida y su obra, dejó un recuerdo imborrable de su carácter enérgico y su incansable voluntad de cambiar el mundo para convertirlo en un sitio mejor para todos.  
Su pérdida nos invita a reconocer el legado que nos ha dejado, que debemos celebrar y honrar, más que a lamentarlo. Si queréis saberlo, mirad la Wikipedia, no os quiero aburrir con listas de premios y publicaciones.
Ánchel, desde joven, se sintió profundamente conectado con su tierra y con su lengua: la fabla aragonesa. Fue comunista hasta la médula, candidato al Senado por Izquierda Unida, y un homosexual militante, siendo protagonista, junto con Ignacio, del primer matrimonio gay legal en Huesca. Además, y como contraste, era hijo de un Guardia Civil. Ese era Ánchel, un hombre de contrastes…. sin anestesia.
Su vida y su obra son un claro ejemplo de la importancia de preservar y valorar las culturas locales, las lenguas minoritarias y la memoria de los pueblos. Sé que esta afirmación sorprenderá a algunos, especialmente a quienes, erróneamente, lo consideraban anticatalán. Él no era nacionalista; era un internacionalista que defendía tanto el catalán como la fabla aragonesa, oponiéndose con energía y sin censuras al uso partidista de la lengua que hacía el Govern de Convergència i Unió de Jordi Pujol y sus sucesores, hoy reencarnados en Junts. El tiempo, aunque les pese a algunos, ha demostrado que tenía razón: Catalunya nunca fue ni es patrimonio de nadie.
Ánchel no tenía dos caras; era un diamante en bruto, con múltiples aristas: profesor, político, poeta, narrador, etnógrafo, folclorista, periodista, activista cultural y social. Era cariñoso, arisco, enérgico, intelectual, llano, humilde y turbulento. Un defensor incansable de las causas ‘supuestamente’ perdidas, de su tierra y de su lengua. Utilizo expresamente el término ‘bruto’ por esa característica suya de hablar sin eufemismos, sin pelos en la lengua. Era amigo de aquella famosa frase de su amigo Labordeta, en el Congreso de los diputados, ‘¡Váyase usted a la mierda!’. Una franqueza, que hacía creer a quien no le conocía, que no era una persona tierna, todo lo contrario. Tenía un corazón enorme, se entregaba a los demás en cuerpo y alma, aunque su lenguaje, a veces, le causara problemas. Lo sé yo que más de una vez, desde la Junta Directiva, tuvimos que suavizar y excusar su forma de hablar ante las quejas de algunos padres y madres, justificadas también. O cuando, desayunando, nos mencionaba sus ‘almorranas en la garganta’, cuando se quería referir a los pólipos que le causaban afonía. 
Como podéis comprobar, Ánchel era una personalidad poliédrica y difícil de resumir en unas pocas líneas.
Veréis que no os estoy hablando de su faceta poética, ni de su lucha por la supervivencia de la fabla aragonesa. Yo no le conocí tanto en esos aspectos. Yo le conocí más como compañero de profesión y como militante en las trincheras de las manifestaciones políticas, sindicales y grupos de solidaridad, tanto en el instituto como fuera de él.
Estuvimos juntos, con algunos compañeros y compañeras aquí presentes, en una época en la que nos tocó aplicar la ESO, enfrentándonos a una parte importante del Claustro que se aferraba al antiguo sistema, algunos y algunas también aquí presentes; una época en la que empezamos a tener niños y niñas de 12 años y maestros y maestras de primaria en el instituto. Él, catedrático ‘pata negra’, nunca renegó de los cambios y fue el primero en arremangarse y ponerse a trabajar codo con codo, no como muchos otros. La dicotomía entre enseñar o educar no existía para Ánchel. Lo suyo no era solo trabajo, sino una forma de transmitir valores: las raíces, la historia, la justicia social, y la cultura que nos define, que no es una, sino diversa.
Yo, desde mi adolescencia, siempre he estado trabajando, de forma voluntaria, por los derechos humanos en todos los ámbitos de mi vida, desde las aulas también. Fue ahí donde los dos congeniamos más, hasta el punto de crear el Grupo de Solidaridad con Guatemala del Institut Sant Josep de Calassanç. Cada semana nos reuníamos fuera de horario con chicos y chicas del instituto para idear actividades con las que pudiéramos recaudar fondos que, posteriormente, entregábamos a los contactos de la Coordinadora de solidaridad con Guatemala. Un año fui yo personalmente a Guatemala a entregar lo recaudado; otro año, recuerdo que vinieron de Guatemala al instituto. De hecho, no sé si todavía figura en la pared de la entrada una tela bordada por las indígenas guatemaltecas con el nombre del Instituto, en señal de agradecimiento. Fue una experiencia única para los chicos y chicas, mientras duró. Pero, nuestro objetivo iba más allá de Guatemala. Nosotros queríamos formar jóvenes con criterio, con pensamiento crítico y que vieran en el trabajo voluntario no lucrativo una forma de vida para contrarrestar la cultura de la corrupción y el pelotazo fácil. Ánchel y yo queríamos demostrar que no todo se hace por dinero. 
Nuestros proyectos, aunque humildes, siempre acababan por hacerse. No eran objetivos difíciles y etéreos que quedaban en nada. Todos giraban alrededor de una escuela en un sitio recóndito de Guatemala, donde se enseñaba Quiché a los maestros recién licenciados. El gobierno tenía la táctica de enviar maestros que solo hablaban español a las aldeas rurales donde no les entendían, para así mantener el analfabetismo entre los indígenas del país. Esa escuela y nosotros queríamos que los maestros que llegasen a las aldeas se pudieran comunicar y enseñar. Por eso, conseguimos amueblar las aulas, dotarlas de ordenadores y material escolar. El ímpetu arrollador de Ánchel fue una pieza clave para cumplir nuestros objetivos.
Su partida nos ha dejado un profundo vacío, pero también un legado de investigación, poesía, honestidad y coherencia entre lo que decía y lo que hacía. Si tuviera que destacar algún aspecto de la vida y obra de Ánchel Conte me inclinaría por destacar su compromiso vital y literario con sus alumnos, con su lengua, con la historia y con las personas más vulnerables. Ánchel fue, ante todo, un apasionado por la vida, un hombre bueno que quiso hacer que este mundo fuera un lugar mejor para todos. Y aunque ya no esté físicamente entre nosotros, su voz sigue viva en sus escritos, en las vidas de los que le conocimos y tratamos y, muy especialmente, en las vidas de los alumnos y alumnas que pasaron por sus aulas.
Gracias, Ánchel, por tu vida, tu obra, y por ser el claro ejemplo de aquella frase mítica de la poeta nicaragüense Gioconda Belli: la solidaridad es la ternura de los pueblos.
Descansa en paz, querido. Tu voz no morirá nunca, porque nos enseñaste a mantenerla viva.


viernes, 1 de noviembre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 30.-El canario no busca conflicto (así le va)



Publicada en la revista Tamasma Cultural el mes de enero de 2024

Noviembere 2024. 

Desde mi balcón, reflexiono sobre lo que me ocurrió la semana pasada en el mercado del agricultor de Candelaria. Después de comprar fruta, papas y tomates, me dirigí a por unas lechugas y cebollas. Había cola y pregunté quién era la última persona. Una señora me lo indicó y, a su vez, yo se lo dije a la que preguntó a continuación. De repente, una chica se coló y se puso delante de todos. La gente de la cola la miró, nos miramos y nadie reaccionó. Me adelanté, le toqué la espalda y le expliqué cómo funciona el sistema de las colas. Ella me miró y, en inglés, me dijo que no me entendía. Yo se lo repetí todo en inglés. Sorprendida, no me contestó. Se apartó ligeramente y esperó hasta que me atendieran. Una vez me hubieron atendido, se coló delante del resto de la gente. Miré hacia la señora que iba detrás de mí y me mostró una cara de sorpresa, la dejó pasar y nadie se quejó.

Sorprendido aún por la inacción de la gente de la cola, se lo he explicado a unas amigas canarias y me han dicho que no les sorprendía, «es nuestro carácter, no nos gusta el conflicto», contestaron.

Ya en 1886, un viajero y erudito suizo, Herman Christ, en su libro Un viaje a Canarias en primavera, escribió sobre el carácter canario: 

“El canario es sensible y lleno de comprensión hacia los deseos ajenos, servicial, extrovertido, charlatán, pacífico; libre de cualquier exageración en cuanto al sentido del honor y de toda tendencia bélica; libre de pasiones políticas y de cualquier actitud violenta o, incluso, sangrienta; le es ajeno todo deseo de revoluciones o pronunciamientos. En cambio, prefiere la vida natural, es amigo de las plantas, las conoce a todas por sus nombres y, donde puede, se rodea de ellas; es casero, con muchos hijos, nada arrogante ni orgulloso….

En cambio, al isleño le falta el ardor y la energía, la obstinada tenacidad y el estoicismo que se advierten en el peninsular. El isleño es de materia blanda y sus carencias parecen ser más bien las de un carácter débil que las de uno fuerte. Si se aparta en pequeñas cosas de la verdad, es más por cortesía que por interés…” .

El suizo no fue el único en describir el carácter canario. Antes que él, en 1854, el alemán Julius von Minutoli, Cónsul General de Prusia, escribió El pasado y el porvenir de las Islas Canarias, libro dedicado a la reina Isabel II y publicado en Berlín en 1854. En este trabajo, fruto de su recorrido por las islas Canarias el año 1852, también se atrevió a definir a la población del archipiélago.

“Son abiertos, ingenuos, pacíficos y conciliadores, además de fieles, modestos y cumplidores; trabajadores que se contentan con poco y hospitalarios como nadie…

No pierden jamás, ni siquiera en las situaciones más extremas de la vida, la decencia y compostura, que también conservan normalmente las clases bajas. En las fiestas y bailes populares o en los certámenes de salto, lucha, lanzamiento y carrera siempre son comedidos y correctos: jamás hay brotes de vandalismo o apasionamiento excesivo. En caso de enfermedad y muerte, de preocupación y necesidad muestran siempre una calma y resignación próximas al estoicismo. Solo resulta verdaderamente lamentable el hecho de que se haya descuidado la instrucción del pueblo, lo cual ha redundado en una ignorancia y oscurantismo que han mantenido la creencia en brujas y malos espíritus…”.

Se me ha ocurrido dar un repaso a la hemeroteca de los últimos años y compruebo mis sospechas: los políticos canarios se han aprovechado de su pueblo, puesto que este no busca conflicto. Más sangrante todavía es si comparamos los resultados globales canarios por no buscar conflicto con los del resto de pueblos del estado español.

2016

Más de 561.000 canarios no tienen el título de Educación Secundaria - El Día - Hemeroteca 05-05-2016

2018

Necesita mejorar: cinco claves para entender la situación de la Educación en Canarias

2019

Crece la brecha educativa de Canarias - La Provincia

El 89% de la población de Canarias respiró aire contaminado en 2018, según Ecologistas en Acción

2020

Canarias es una de las comunidades autónomas con más población que solo tiene estudios secundarios básicos

EDUCACIÓN | Un 20% de la población canaria no logra superar un nivel de estudios básicos

Canarias, tercera comunidad en 2019 en incidencia de la violencia de género

La contaminación enferma y causa muertes, también en Canarias | Canarias7

El 93% de la población de Canarias respiró aire contaminado

Canarias es por un día el punto más contaminado de todo el planeta

2021

Más del 20% de los jóvenes canarios ha ejercido violencia de género

Un estudio del Cabildo y la ULL revela que la mitad de los jóvenes niega la violencia machista

Canarias registra uno de los peores niveles de contaminación del aire por la calima

La aparición de nuevos vertidos en Tenerife saca a flote el histórico déficit en la depuración de las aguas residuales

2022

¿Por qué Canarias es la región con más personas con solo estudios básicos?

Violencia de género: Canarias, la segunda comunidad autónoma con la tasa más alta de llamadas al 016 en junio

2023

Canarias es la región con más población con problemas de salud crónicos - La Provincia

Canarias y Baleares, las autonomías con mayor tasa de asesinatos machistas

La contaminación del aire repunta en Canarias por efecto del cambio climático y el aumento del tráfico • Ecologistas en Acción

El salario mensual del canario retrocede del décimo puesto nacional al penúltimo en el año de la recuperación turística

Canarias repite como segunda comunidad autónoma donde más barato resulta contratar a un trabajador

Canarias, la comunidad con mayor porcentaje de acoso escolar: los datos de PISA más allá de Ciencia o Lectura

Canarias, con 1.753 euros netos al mes, una de las regiones españolas que paga peores salarios

Canarias, la segunda región con aumento del PIB más potente desde 2021, pero sigue a la cola en reparto de riqueza por persona

Un 16% más de denuncias y la cuarta tasa más alta de víctimas del país: los datos de la violencia de género en Canarias

El Médano, el pueblo del sur de Tenerife que se hartó de nadar en aguas contaminadas

Declarada no apta para el consumo parte del agua de grifo de Arafo por una bacteria

El lector, la lectora, no debería tomarse estos datos como un ataque personal. Me he asegurado de que las fuentes sean canarias. 

Los políticos saben que el hecho de que Canarias sea la comunidad que abandere los salarios bajos es resultado de tener los niveles educativos más bajos, conocen que la media de violencia de género alta es resultado de un nivel elevado de acoso escolar, y son conscientes de que una contaminación del aire y del océano alta es el desencadenante de la altísima mala salud crónica de la población canaria. ¿Qué hacen para paliar estos problemas que se van repitiendo junto a las promesas electorales de cada cuatro años?

Creo que estos datos objetivos deberían hacer pensar a la población canaria si la no búsqueda de conflicto es la solución. No me refiero a un conflicto violento, pero sí contestatario. Un conflicto basado en la verdad (los datos) y en el respeto a la dignidad de la población autóctona que tendría que plantearse si los políticos que les deberían haber defendido frente al gobierno central o las multinacionales lo han hecho realmente, o si han defendido a holdings turísticos e inmobiliarios de sol y playa que solo dan riqueza al exterior, dejan la mierda en el interior y ¿ofrecen? trabajo precario y de temporada a los habitantes de las islas. Tal como dice el lingüista y politólogo Noam Chomsky, mientras la población general sea pasiva, apática y pendiente principalmente del consumismo, o desviada hacia el odio a los vulnerables, los poderosos podrán hacer lo que quieran, y los que sobrevivan se quedarán a contemplar el resultado.

Acabo de escribir estas líneas y leo el siguiente tweet:

Joxe Kanariar @jkanariar

Ayer llegó un grupo de 20 turistas alemanes, guiados por otro alemán, a la estación de guaguas de La Laguna. Iban a Anaga. Cuando llegó la guagua el guía se puso en la puerta y dijo ante un grupo de canarios: "Mi grupo primero" Ese es nuestro problema, ellos siempre van primero. 

La entrada anterior: La magia del macizo de Anaga

martes, 15 de octubre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 29.- La magia del macizo de Anaga




15 octubre 2024. Nro. 29

Desde mi balcón, veo un perro. Va solo, camina despacio y va husmeando la tierra a su paso mientras busca algo, así como yo husmeo entre las palabras en busca de significado.

En esa búsqueda, encuentro un horizonte de tres gamas de color a las que no sé poner nombre. Cerca de mí, el color de las palmeras, verde amarillento, dicen. Detrás, el color que todo el mundo asocia al mar y allí, a lo lejos, tras la calima, el macizo de Anaga con sus múltiples tonalidades que no llego a distinguir.

Mantengo los ojos bien abiertos y esbozo una leve sonrisa, con la esperanza de recibir otra a cambio, que no llega porque estoy solo en el balcón, mientras sigo contemplando Anaga. En ese breve instante, noto cómo una vena en mi cuello late con lentitud, al tiempo que la tarde se va perdiendo y se mezcla con el inicio de la noche.

Aquí y ahora, en la oscuridad, me debato entre la envidia y los celos. Sí, celos por querer conservar, solo para mí, la imagen que tenía hasta hace un momento de Anaga, que se desvanece, o envidia por aquellos que pueden disfrutarla ahora. 

No me aclaro. La vena palpita de nuevo, el sudor empapa mi camiseta. El hecho de que Anaga, en este momento, quiera compartir una confidencia nocturna conmigo aviva en mí el deseo de una intimidad más próxima. Me susurra sobre la importancia de la lluvia horizontal que alimenta al macizo y le ayuda en el mantenimiento de sus constantes vitales, especialmente durante los meses de verano. 

El recuerdo de su exuberancia me transporta a paisajes más propios de historias fantásticas que de un territorio volcánico. Sospecho, porque no lo puedo ver, que sus montañas se precipitan con nocturnidad y sin previo aviso sobre el océano. Una caída que da vida a un ecosistema mágico alimentado por la bruma del Atlántico que limita la evapotranspiración, el proceso por el cual las plantas liberan agua al aire en forma de vapor y se pierde en la superficie de la tierra debido a la evaporación.

A regañadientes, me voy a dormir, no sin antes poner el despertador bien temprano. Al amanecer, observo cómo esa neblina atlántica abraza el macizo de Anaga ayudada por los alisios, revitalizando sus cumbres y laderas para que florezcan los bosques mágicos de laurisilva. Aunque sé que si no somos capaces de respetar y defender esta magia de la naturaleza, corremos el riesgo de convertir nuestro archipiélago en uno de los más afectados por el aumento de la aridez.



martes, 1 de octubre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 28.- Las sonrisas de Candelaria





Octubre 2024. No. 28

Artículo publicado en la revista Tamasma Cultural en enero del 2024.

La vida en Candelaria hace que una parte importante de la población sonría y vaya por la vida sin prisas, con una lentitud sana. Nada se compara a la belleza de una sonrisa, esa expresión facial que transmite sentimientos y emociones asociadas, normalmente, con alegría y felicidad, y que influye significativamente en nuestras vidas. No hay una única sonrisa, sino 19, cada una con su propio significado.

    De todas ellas, solo seis reflejan felicidad. La más auténtica es la "sonrisa Duchenne", en honor a Guillaume Duchenne, un neurólogo francés que la descubrió en el siglo XIX. Esta sonrisa contrae los músculos alrededor de la boca y los ojos, creando arrugas de felicidad alrededor de estos últimos. Es difícil de fingir, ya que involucra la contracción involuntaria de algunos músculos faciales.

    Por otro lado, también existe la sonrisa falsa, que se utiliza en situaciones sociales o en fotografías cuando no experimentamos alegría. La sonrisa de los selfies sin morritos. Aquí, la comisura de la boca se eleva, pero los ojos no forman parte del movimiento y desvelan la falsedad y ausencia de felicidad mostradas en las redes sociales.

    Por último, está la sonrisa abierta, en la que solo los labios se ven afectados y el resto de la cara apenas cambia. Es común en personas que trabajan de cara al público.

    Varios estudios han demostrado que sonreír con frecuencia es beneficioso para nuestra salud. Aquellas personas que sonríen con frecuencia tienden a vivir más tiempo, disfrutan de mejores relaciones y son percibidas como más atractivas. Incluso se ha descubierto que sonreír activa mecanismos en el cerebro que mejoran nuestra salud física y emocional al liberar endorfinas y otros neurotransmisores. Lo único que todavía no ha conseguido una sonrisa es pagarnos la hipoteca, pero, aquí en Candelaria, al menos nos ayuda a superar los momentos duros de la vida. De ahí que la Villa mariana ofrezca un aspecto alegre, resultado de la suma de las sonrisas de sus habitantes, porque la sonrisa también es contagiosa. Existe una neurona espejo en nuestro cerebro que reconoce y refleja las expresiones faciales de los demás, lo que nos lleva a imitarlas. Por lo tanto, cuando sonreímos, es probable que provoquemos una respuesta positiva en aquellos que nos rodean. De ahí que aquellas personas que nos visiten se beneficien de nuestras sonrisas tanto física como emocionalmente, haciendo el mundo más bello.

    En resumen, las sonrisas transmiten emociones y sentimientos, pueden mejorar nuestra salud y bienestar, y tienen un efecto contagioso en los demás. De hecho, sonreír es tan importante, que si no somos capaces de hacerlo, entonces el mundo no tendrá paz. Tal y como dice el monje budista zen Thich Nhat Hanh, no es mediante manifestaciones en contra de las bombas atómicas que podemos lograr la paz, es con nuestra capacidad de sonreír y respirar. Por lo tanto, en este año 2024, la próxima vez que vean a alguien sonreír, no duden en devolverle la sonrisa. ¡Es una buena manera de hacer del mundo un lugar más feliz!


Webgrafía


domingo, 15 de septiembre de 2024

Clive Branson: poeta durante la guerra civil española



Clive Branson (1907-1944) nació en Ahmednagar, India, hijo de un mayor del ejército indio. Estudió en la Slade School of Art y expuso en la Royal Academy cuando tenía solo 23 años. Cinco de sus pinturas se encuentran hoy en la Tate. Su hija es la pintora Rosa Branson. En 1932, Branson se unió al Partido Comunista. Enseñó para el Consejo Nacional de Colegios de Trabajadores, habló en reuniones semanales al aire libre en Clapham Common y, junto con su esposa Noreen, dirigió una librería del Partido. Tuvo un papel destacado en la expulsión de la Unión Británica de Fascistas de Mosley de Battersea, fue responsable de la formación de un Comité local de Ayuda a España y luchó con las Brigadas Internacionales en España. Capturado en Calaceite, pasó ocho meses en los campos de prisioneros de Franco. Después de ser repatriado, Branson recorrió Gran Bretaña recaudando fondos y apoyo para la República Española. Durante el Blitz, pintó escenas de las calles de Battersea para la Asociación Internacional de Artistas. Reclutado en 1941, sirvió como comandante de tanque en el Real Cuerpo Blindado. Murió en combate en Birmania, a la edad de solo 36 años.


Los Poemas Seleccionados de Clive Branson reúne, por primera vez, lo mejor de su poesía superviviente. Apasionada y comprometida, es un relato de primera mano de los años más violentos del siglo XX: Gran Bretaña durante la Gran Depresión, España durante la guerra civil, las prisiones fascistas, el Blitz de Londres, el choque cultural de la India y su pobreza, la guerra contra Japón, todo registrado con un ojo de pintor y una fe comunista en el poder del pueblo.

Aquí os dejo un cuadro, Manifestación en Battersea (1939), y tres poemas traducidos por mí. Podéis leer más en el enlace original al final del artículo.

La internacional (Enero 1940)

Habíamos dejado nuestra base de entrenamiento
Y para cuando cayó la noche
Nos plantamos frente al Universo
Cantando La Internacional.

Lo recuerdo tan bien
Esperando en el patio de la estación
La oscuridad estaba quieta a nuestro alrededor
Y las estrellas, masas, miraban fijamente.

Fue entonces cuando comprendí por primera vez
Que nunca se está solo en esta lucha.
Pensé que aquel "adiós" era definitivo
Y dejé todo atrás esa noche.

Pero todo lo nuevo que encuentro,
Por extraño e incierto que sea,
Tiene algo familiar que
Demuestra que la lucha continúa.

Cuántas veces he marchado, y marchando
He cantado de una Inglaterra no vista,
He observado las grandes multitudes reunirse
Y el golpeteo de sus pies resonar al unísono.

Incluso en las garras de la prisión
Me uní al canto de millones
Que esperan en su estación al borde del camino
Que los conduce a las líneas de batalla.

Canto en cada país
Donde recorro las calles del Tiempo
Un hombre, una mujer, la humanidad
La Internacional, nuestro tema.


Diciembre de 1936, España (Junio 1939)

¡Vosotros! ¡Trabajadores ingleses!
¿No oís la barrera que se aproxima
que nivela los Pirineos?

¿Es el tiempo intangible
que sostiene algo
tan audible y visible?

¿No oís a los niños y mujeres llorar
donde la bomba Fascista
convierte el hogar del pueblo
en tumba para ti y para mí?

¿No veis los cortes en la calle
donde nuestra gente tropieza
cuando la ciudad tiembla?
¿No oléis la rosa apretada en los dientes
más fuerte que la muerte?

Ellos, que yacen tan quietos
sin Cruz,
solo esto, su valentía, su fe
abonando la tierra estéril
para que nuevos árboles
broten en la ladera hasta el cielo mismo.

Que seamos insensibles en un momento así
hace que la sordera mate y que la paz sea el crimen más sangriento.


Sobre ser interrogado después de la captura: Alcañiz (1939)

De pie, frente a mi interrogador, preguntó:
¿Por qué marchaste de casa?
¿Por qué has venido?
¿Por qué?’ Debe haber adivinado
‘Porque es un Comunista.’

Pensé en todas las respuestas que podría dar,
si la muerte es lo correcto o si salvar
la vida un día lluvioso
y mentí para engañar a su bala con una palabra,
para usar una bala después.

Sobre él, la mentira mayor – un recluta
‘voluntario’ para violar a España mientras dormía,
para salvar su propia piel.
Vino cuando buscaba a ‘El Líder’ a gatas
para aplastar mil años en media hora,
para convertir Guernica
en un desierto.

Podría esperar y así podría mentir
para el aplazamiento a otro tribunal,
mientras tanto, vivir de rodillas,
para poder comenzar de nuevo.
Podría imitar al victorioso, encogerme
hasta que yo y el mundo más allá
podamos vengarnos.



Imagen de portada: Clive Branson, Autorretrato (cortesía de Rosa Branson).

Información original, aquí: https://smokestack-books.co.uk/book.php?book=233



La entrada anterior: Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 27.- Ombligos / Marutos

domingo, 1 de septiembre de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 27.- Ombligos / Marutos


Septiembre 2024. Nro. 27


Entrada publicada en Tamasma Cultural el mes de abril de 2024.

Desde mi balcón, recuerdo con estupor lo que me pasó la semana pasada. Era un día como otro cualquiera, yo estaba paseando por la Avenida Marítima de Candelaria. Hacía calor, como siempre. Mi andar pausado me permitía observar el paisaje y a todas las personas con las que me cruzaba. 

Sin darme cuenta, me percaté de algo que se repetía en la mayoría de las mujeres que veía: enseñaban el ombligo. Los había de distintas formas: ovalados, redondos, hundidos, hacia fuera… Un centímetro seductor que algunas mostraban sin pudor, conscientes de su encanto.

Los ombligos empezaron a ser un tema de investigación, como en su momento lo fueron los culos y el carnaval. En aquel momento, recordé haber leído que la personalidad de cada persona dependía del tipo de ombligo que tenía (hay teorías para todo, otra cosa es creérselas). Así, un ombligo ovalado indica un carácter fuerte, perseverante y terco. En cambio, si es circular, sugiere un gran corazón y que eres una persona prudente. Por otro lado, si está tapado, tu carácter es oscuro y guardas secretos. Si tiene una forma de rajita vertical, es probable que seas una persona con poca energía. Sin embargo, si tienes un ombligo difuminado, eres una persona hiperactiva y sensible. Por último, si tu ombligo tiene forma de ojo, eres una persona despierta y preparada para lidiar ante cualquier situación. Mirando mi ombligo en el espejo, fui incapaz de calificar qué tipo de personalidad tenía yo.

Llegados a este punto, recordé que en China, uno de los cánones de belleza más importante para las jóvenes es tener unas piernas largas y bonitas. Por ello, la máquina consumista china no ha dudado en crear una manera para que quienes no las tengan, puedan aparentarlas: tatuajes temporales de ombligos para reducir visualmente su torso. Son calcomanías que se colocan unos centímetros por encima del ombligo real y, con unas faldas o pantalones de talle alto, se logra el efecto deseado. 

Enfrascado como estaba con estas reflexiones, volví a la realidad cuando la mujer que iba delante de mí tropezó en la rampa frente a la estatua metálica del pez grande que se come al chico, a la altura de Puntalarga. Se había mareado por el calor. La ayudé y le ofrecí agua de mi botella. Aceptó, a pesar de que contenía mis babas. La acompañé hasta los bancos que había unos pasos más adelante y nos sentamos uno frente al otro. Le pregunté si se sentía mejor. Noté que le gustó que la tuteara, y ella hizo lo mismo. Me dijo que era de Venezuela.

Mientras se recuperaba, empecé a conversar sobre literatura, un tema poco comprometedor que casi siempre me funciona. Le hablé del último libro que había leído de Thomas Mann en el club de lectura de la biblioteca, La muerte en Venecia. Lo conocía, y la película también, así como la banda sonora de Gustav Mahler, la sinfonía número 5. Se le iluminó la cara en el preciso momento en el que se le cayó la botella de agua al suelo. La recogí y aproveché para sentarme a su lado. La cogí de la mano con la excusa de tomarle el pulso. Ya no la solté y ella me dejó hacer.

Pasamos a la poesía. Le confesé mi fobia hacia Neruda, la persona, no el poeta. No se lo podía creer. Parecía que yo era la primera persona que conocía, que opinaba así, igual que ella. Nos levantamos y seguimos paseando por la Avenida Marítima hacia Caletillas, cogidos de la mano. Nos reímos y charlamos sin parar. Ella se soltó de mi mano para agarrarse a mi brazo. Así seguimos el paseo hasta llegar a una autocaravana estacionada en un aparcamiento al final de la avenida. Me invitó a entrar y cerró la puerta.

Nos miramos a los ojos y, sin pudor alguno, nos dejamos llevar con un poco de vértigo y un mucho de pasión y desenfreno. Cuando ya estábamos casi desnudos, la observé y comprobé que superaba en mucho lo que había imaginado. Se me empañaron las gafas y me las quité. Busqué su ombligo. Era incapaz de verlo. Me las volví a poner y, aun con ellas puestas, no conseguía encontrarlo. Se dio cuenta, sonrió y me preguntó qué buscaba. «Tu ombligo», contesté. «¡Ah, mi maruto!», exclamó. Respondió que no tenía, que había sufrido un accidente hacía unos años y se le había quemado la zona de la barriga. La tuvieron que operar y la dejaron sin ombligo, con un vientre liso como el culito de un bebé. Se me aflojó la erección. Me cogió la mano y la colocó encima de su estómago. «Ves qué suave», comentó. Pero tampoco así conseguí que la verga volviese a lucir su estirpe. Estaba como una bandera en un día sin viento. «¡Sin ombligo!», pensé. «Ya estoy acostumbrada», dijo ella. «No eres el primero. ¡Vístete, anda! Seguiré buscando a un hombre sin maruto que me comprenda».


La entrada anterior: El carnaval y los culos canarios, ¿empoderamiento o martirio femenino?

jueves, 15 de agosto de 2024

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 26.- El carnaval y los culos canarios, ¿empoderamiento o martirio femenino?



agosto 2024. Nro. 26



Dejándome llevar por la brisa carnavalera de la tarde, leo un libro que me recomendaron en la biblioteca pública de la zona joven de Candelaria (¡qué maravilla de servicio público!). Se titula Temas de conversación, de la escritora estadounidense Miranda Popkey.


Esta obra nos introduce en la mente de una mujer destinada a complicarse la vida, una mujer que transita entre la incoherencia de su día a día y sus ideales feministas. En un capítulo, nos revela lo siguiente: 


En el siglo XVIII, la cintura de la esposa ideal no era mayor que la envergadura de la mano del marido…. Mala suerte si tu marido tenía los dedos cortos y las palmas pequeñas.


Recuerdo cuando pasé mi primer carnaval en Santa Cruz, una de las cosas que me sorprendió (en positivo) fue la diferente visión que las mujeres tienen de su propio cuerpo, y en concreto, de su culo. Venía de la península, donde se nota que hay un patrón de culo femenino caracterizado por su pequeñez, el tipo que la modelo Natasha Wagner popularizó hasta el año 2014


Es cierto que, a partir de ella vinieron estrellas de la música como Beyoncé que, no solo abogó por el feminismo de Chimamanda Ngozi Adichie, sino que se mostró perrreando en sus videoclips, o Nicki Minaj con su canción en Anaconda. Un poco más tarde, Meghan Trainor que con su All about that bass, declaró la guerra a las Natasha Wagner de turno. Todas ellas cambiaron una tendencia para ‘imponer’ otra diferente. 


Sin embargo, la periodista estadounidense Heather Radke se niega a celebrar la aceptación general de los culos prominentes. En su investigación, publicada en Butts: A Backstory (Culos: sus antecedentes), reconstruye el entusiasmo sociocultural por los culos a lo largo de la historia, y demuestra cómo, en los dos últimos siglos, se ha fetichizado el culo de la mujer, convirtiéndolo en un indicador de clase, género y raza. Según ella, 

hace 200 años se instauró la idea de que las mujeres con trasero grande eran menos inocentes, más amorales que las mujeres con trasero pequeño. Esto, por supuesto, también se correlacionó con las categorías raciales. Era una forma de dejar claro que consideraban a las mujeres africanas hipersexuales y a las blancas sexualmente inocentes.


Algunas personas pueden decir que exagero, que no todas las mujeres que residen en Tenerife actúan así. Es cierto, nunca se puede generalizar, pero la no ocultación de sus culos, y no solo durante los carnavales, muestra el no sometimiento de un sector de la mujer tinerfeña a la dictadura de lo socialmente correcto. Es más, aunque algunas no sean conscientes de ello, demuestran que en sus cuerpos liberados reside el poder y la dignidad de un nuevo tipo de mujer que no necesita la opinión del hombre para ser. ¿Qué hay más empoderante que mostrar tu cuerpo como quieras y a quien quieras?



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