Con la mirada
te ausentas.
Despedida que hace visible
lo invisible,
posible
lo imposible.
Duro mundo
de despedidas continuas,
de hastaluegos constantes
seguidos de soledades
de silencio huero.
Con la mirada
te ausentas.
Despedida que hace visible
lo invisible,
posible
lo imposible.
Duro mundo
de despedidas continuas,
de hastaluegos constantes
seguidos de soledades
de silencio huero.
Ternura paternomaternal cercana,
próxima, dura pero entrañable.
Envasada,
apta para el consumo
sin garantía de inteligencia para los hijos.
Más emociones que razones,
más sermones que ideas,
más mentiras que verdades:
vacuo acuerdo colectivo
de apellidos que evocan superioridad.
Amor que busca el perdón,
tolerancia frente a las faltas.
Sentimentalismo discursivo
oculta-vejaciones.
Consuelo inservible.
We are the world:
cariño paternal, caricia maternal.
We are the children:
nano fuerza social,
expresión de poder y complicidad.
Perro guardián de nuestros miedos.
Enferma de consumo y permisividad.
Modelo de ternura sin piedad entre tiranos.
El olvido te habita, depresión interior.
La famiglia.«Un poema es el resultado de multiplicar el silencio por sí mismo.»
José Mª Cumbreño
Silencio,
reducto de lejanas presencias
y cercanas ausencias.
Silencio,
rebosante de ruidos
a la espera de una oportunidad.
Silencio,
lleno de besos, murmullos y rugidos
que marca el camino por el que he venido.
Silencio,
cuando la saliva no encuentra su sonido,
guarda el secreto en su mutismo.
Silencio,
creador de estos versos,
chispa que enciende los sueños.
Cuando el silencio de un mundo sin sentido
toma el poder,
la poesía se va a los arrabales.
Sin silencio, el lenguaje es ruido.
@jlregojo #RegEye
Caldea, según Beroso, fue gobernada por diez reyes antediluvianos.
Decem en latín.
Irán comienza con el reinado de diez monarcas peisdadianos que fueron siempre santos y solo vivieron de homa, el agua de vida.
Dah en persa.
India alega nueve brahmadikas, que junto con Brahma, su fundador fueron los diez Padres o Petris universales.
Das en hindi.
Diez emperadores, que se repartieron la divinidad, rigieron China antes de los tiempos de la historia.
Shí en chino.
Los diez ancestros de Odín son alemanes.
Zehn en alemán.
Los árabes tuvieron los diez reyes aditas en la península arábiga.
Eshr en árabe.
El Génesis habla de los diez patriarcas antes del diluvio.
Iud en hebreo.
Nunca mujeres.
La sabiduría popular los ha sabido poner en su sitio desde el inicio de los tiempos:
¡Me cago en Diez!
De ti depende si es en el número diez, en Dios o en D’Huez*.
*Jean François D’Huez, un sanguinario general francés del ejército de Napoleón que aterrorizó las regiones de Murcia, Almería y Albacete. Tanto odio suscitó a las gentes de estas provincias que su nombre comenzó a utilizarse en esta expresión.
Alumnos hablan
sin prestar atención.
A veces miran,
nadie pregunta.
No saben que no siempre escucho,
les miro sin ver.
Sueño despierto
que planto una semilla en el aire,
a gran profundidad.
Más pronto que tarde
nacerán las más hermosas flores.
Difusa y lejana imagen mental
que brota por su cuenta
y me libera de esa tiranía adolescente
a mi dulce soledad.
Somos personajes,
no personas,
cansados de esta monótona economía:
la vida.
Saldos en venta en un escaparate móvil.
Más que un rostro,
una máscara impasible
ante un semblante sin vida.
Constelaciones útiles
para orientar a los demás.
Nos dispersamos
sin saber dónde estamos.
Protagonistas publicitarios,
selfies andantes con poder, dicen.
No es de hoy esta hora,
es del viejo reloj de mi memoria.
Mientras tanto, los años caen
al abismo del tiempo.
Eso somos,
un término medio entre un cuerpo y su sombra.
De pequeño, el parque donde jugaba
era de tierra.
Al correr bajo la lluvia
mis pasos imprimían
las suelas de los zapatos.
Hoy, no.
@jlregojo #RegEye