¡Uff, la entrada número 13!
No sabemos en qué condiciones llegaremos al 2 de octubre, pero a estas alturas, a falta de una semana, sabemos que no merecíamos el lío en el que nos han metido unos y otros. No merecemos esta agonía. El fracaso de la actual clase política es un hecho irrefutable, ha desaparecido la política y ha sido substituida por la testosterona.
Antes de que nos dé un infarto, intento mirar la realidad huyendo de tantísima propaganda que incluso se ha colado en mi trabajo donde ya se ha creado un grupo a favor de la independencia (no del referéndum) y me han pedido si quiero formar parte. ¿No es una forma de etiquetar?
Yo vivo huyendo de lo binario y no me dejan. Ser equidistante ahora es un insulto. Pero lo cierto es que vivimos una realidad que es mucho más compleja, afortunadamente, que la de un sí o un no. Existe, aunque muchos no lo ven el vacío entre ambos. La sabiduría china ya lo vio hace muchos siglos y, a través de su caligrafía, nos ha enseñado que transmite mucho más el espacio vacío que el lleno.
Si, por el motivo que sea, no quieres
apoyar ni el SÍ ni el NO en el referéndum por la independencia de Catalunya,
pero quieres votar para exigir tu derecho al voto ante la negativa del PP a las
urnas, tienes dos posibilidades: votar en blanco o directamente nulo.
El voto
nulo se produce cuando dentro del sobre hay algo diferente a la papeleta
oficial o cuando está marcada más de una vez, o en el sobre hay alguna frase
que no debería estar ahí. Se considera un voto
"gamberro" y casi siempre es voluntario. Estos votos se consideran
como voto emitido no válido y no cuentan, por lo que no benefician
ni perjudican a nadie.
El voto
en blanco se da cuando dentro del sobre no hay nada (y un sobre vacío, todos
lo sabemos, molesta mucho al PP). Es decir, vas hasta el colegio electoral y en
el sobre no metes ninguna papeleta. Esta clase de voto se considera válido.
Esta clase de voto tiene un significado claro. El voto en blanco transmite la idea de que la persona está de acuerdo con
votar en un referéndum pero no le satisface la alegalidad/ilegalidad/paralegalidad
del referéndum 'ruleta rusa' que se dará el 1 de octubre, a diferencia del voto nulo que se considera exclusivamente de enfado.
Las personas que voten en blanco
aceptan la democracia y consideran el sufragio universal como un logro que no
hemos de perder, pero rechazan de manera activa las formas de este referéndum 'ruleta rusa'. El voto en blanco es una postura crítica que acepta la existencia
de un referéndum, pero critica a todos sus gestores y agresores.
Votar en blanco es rechazar los
comportamientos de todos los políticos respecto a la gestión del encaje de
Catalunya en España o fuera de ella y es el único voto que estos políticos
manipuladores profesionales no pueden disfrazar, amañar o esconder. Es un
rechazo limpio y claro al deplorable uso y manoseo al que están sometiendo a la Catalunya
que todos queremos y en la que deseamos vivir en paz y democracia.
#SÍALREFERENDUM
@jlregojo #RegEye
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