Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?— Raquel Lanseros, poema "Tradición oral" del poemario "Croniria" (Hiperión, Madrid, 2009; Valparaíso Ediciones USA, Tennessee, 2014)
La palabra tradición del título de este poema, me lleva a pensar que ésta no es más que una mentira compartida como si fuera verdad y transmitida con modales religiosos. A pesar de ello, la necesitamos para sobrevivir.
La tradición no es más que la respuesta a un mundo huérfano y desnortado al que nos ha llevado una modernidad y globalización exclusivamente economicista y sin contenido humanista. Necesitamos que nuestro entorno más cercano no sea una franquicia.
La tradición es una reacción a la globalización como sinónimo de homogeneización en la que vivimos: fugaz y caduca. Esta sociedad líquida se ha quedado sin religión (solo fanatismo), sin conciencia de clase (solo lo políticamente correcto) y sin familia (solo redes sociales).
Unos supervivientes de esta sociedad franquiciada, los y las poetas, son los exploradores en busca de una tradición que nos pueda salvar, como Raquel Lanseros con su tradición oral.Publicado en Poémame.
#RegEye @jlregojo