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lunes, 1 de septiembre de 2025

Notas desde la Villa de Candelaria (Tenerife). 40.- Adiós a la utopía Candelaria, hola a la incógnita de Puerto de la Cruz



Tres años después de haber venido a vivir a Candelaria, marcho a Puerto de la Cruz. Han sido tres años inolvidables y que solo tengo palabras de agradecimiento a sus vecinos y vecinas por la cálida acogida que me han prestado desde el primer día. A pesar de dejar de ser residente candelariero, no dejaré de visitarla y, mientras pueda y ustedes quieran, seguir coordinando los dos clubes de lectura de la Biblioteca municipal: el de narrativa y el de poesía.
Quiero que este 'hasta pronto' sea con las palabras del último escrito del libro 'Notas y relatos desde Candelaria' publicado en la colección Taborno de Acte Canarias por la editorial Fuerte Letra.

*

Como sin querer, llegué a Candelaria y me metí de lleno en una utopía de sol, océano, volcanes, barrancos, magia y más sol. Un espacio donde el sol no está prohibido en la piel, la acaricia.

Una utopía donde empecé a crear un futuro cuando se espera que mire hacia el pasado, y viva de él. 

Una utopía en la que la soledad ha dejado de herir y permite una revisión del pasado de manera ponderada: cicatrices y caricias.

Una utopía que baila, ríe, lee, recita poesía y nada en un universo del que no se puede salir mientras libera luces en el corazón.

Una utopía donde los poetas son felizmente anónimos, desconocidos, invisibles y sin banderas.

Una utopía donde el océano, ayudado por los alisios, barre todas las melancolías, y los árboles caminan por la noche.

Una utopía en la que reinan a la par los ritmos latinos y el silencio y, además, se encuentra lo que busca el corazón.

Una utopía donde el invierno deja de ser gélido y fantasmal, el alma ya no tirita y el vacío de los silencios suena a carnaval.

Una utopía donde la mañana bosteza de felicidad y el océano acuna con una nana sin fin a las barcas.

Una utopía, en definitiva, en la que el corazón late en el lado derecho y cientos, miles de palabras ingrávidas flotan entre mis escritos.