A raíz de la lectura de un post en Facebook, me di cuenta de lo importante que sería para todos saber distinguir entre lo útil y lo valioso.
Lo útil facilita la vida; lo valioso le da sentido. Lo primero es una herramienta; lo segundo es esencia. Una Smart TV es útil; un café con un ser querido, valioso. Un móvil de última generación es útil; un abrazo sincero, valioso. Un coche es útil; una amistad verdadera, valiosa.
Irónicamente, lo útil suele ser más caro que lo valioso. Esto último, raramente cuesta dinero, ya que el dinero es útil, pero no valioso. No proporciona la felicidad que un momento valioso te da sin pedir nada a cambio. Sin embargo, la realidad es que valoramos y perseguimos más lo útil que lo valioso.
Si cierras los ojos y recuerdas los mejores momentos de tu vida, ¿cuántos de ellos fueron útiles y cuántos fueron valiosos? El milagro de un nacimiento, una caricia, el primer beso,... ¿Qué pasará por tu mente cuando estés a punto de morir? Sin duda, lo valioso aparecerá por delante de lo útil.
Por eso, cuando tengas un mal día, distingue si tu malestar proviene de la ausencia de algo útil o de algo valioso. Verás que, casi siempre, suele ser lo primero. Y entonces te darás cuenta de que vivir feliz no es tan caro como a veces nos hacen creer.
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