de sus cuerpos explotados
nos alimenta,
el calor de su sudor
nos deja fríos.
Nosotros, humanos
engullidos por nuestra sombra
que se empequeñece
hasta hacernos
desaparecer.
Si el carbón se hace fuego solo,
mi corazón se mantiene en brasas
para renacer en el trabajo diario
y en las letras de mis poemas
con amor y rebeldía.
#RegEye @jlregojo