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lunes, 26 de febrero de 2018

Haiku to my mind

While I'm wondering,
time's going by and I'm still thinking
what is inside my mind.

@jlregojo   #RegEye

miércoles, 21 de febrero de 2018

Haiku al mar


Oscura ola,
espejo estrellado.
Blanca gaviota.

 @jlregojo   #RegEye

jueves, 15 de febrero de 2018

Año del perro - Any del gos - Year of the dog

¡Feliz año del perro!

Feliç any del gos!

Happy year of the dog!



@jlregojo     #RegEye

De tamarindos y tamarells

De tamarindos y tamarells


Primavera en un lugar etéreo entre Menorca y Tailandia, salgo de Es Grau y me dirijo al camí de cavalls hasta llegar a la cala de los ‘Tamarells’ o tamarindos menorquines, a 10 km de Maó, dirección a Cala Torreta. Todo ello forma parte del Àrea Natural d’Especial Interès de s’Albufera des Grau (70 hectáreas de extensión, una profundidad media de 1,5 metros; de gran riqueza y valor paisajístico, floral y de fauna, lo que ayudó a que la Unesco declarase el 7 de octubre de 1993 Menorca como Reserva de la Biosfera). 



Un tamarell menorquín me roza la cara y me trae recuerdos de aquel tamarindo cuya sombra me cobijó tras unas horas de andadura por la selva de la parte norte de Tailandia.
De la misma manera que ahora llego a la playa situada en la cala Torreta, entonces llegué a Sukothai, situado a unos 450km al norte de Bangkok y 300km al sur de Chiang Mai. Es un parque arqueológico que contiene las ruinas de decenas de templos y otras edificaciones de los siglos s.XIII y XIV. 



Ambos sitios vacíos de almas y llenos de energía: el sol, la brisa nos abrazan y algunas aves nos dan la bienvenida. El cielo no entiende de fronteras, la naturaleza tampoco. ¿O quizás sí? ¿No será la línea del horizonte la última y única frontera entre el cielo y la tierra?

Sigo caminando y oigo el sonido de mis pasos sobre las piedras menorquino-tailandesas. A mi lado, pequeños montículos de piedras que sí tienen una carga religiosa en Tailandia, pero que son una desgracia medioambiental en Menorca como ya comenté en su día en otra entrada titulada Depredadors de platja

Entre rocas y recuerdos de figuras de Buda observo los restos de un naufragio: maderas peladas por el balanceo al ritmo 
permanente de las olas y ese roce lujurioso entre sí. Igual que el roce libidinoso de esos hombres rojos y quemados por el sol tailandés contra los niños y niñas a los que abrazan. Paraíso de pederastas. El naufragio del macho-mundo occidental.


*Semanas después de haber escrito este artículo aprendí que el 'tamarell' tiene un nombre oficial en castellano que no tiene nada que ver con el nombre coloquial. Su traducción correcta es taraje. Nada que ver con el tamarindo.

*Si conoces algún caso de abusos sexuales, denúncialo aquí o en esta otra página. Y si la pedofilia es por internet, aquí.

@jlregojo    #RegEye

sábado, 10 de febrero de 2018

¿Y si...?

¿Y si nos vierámos cara a cara,
no por videoconferencia?

¿Y si tuviésemos folclore,
no cultura?

¿Y si hiciésemos artesanía,
no arte?

¿Y si hablásemos dialectos,
no lenguas?

¿Y si practicásemos conocimientos,
no religiones?

¿Y si los bosques fueran nuestras iglesias
y los mares y océanos el agua bendita?

¿Y si la Naturaleza fuera nuestra Maestra,
y el amor el centro de nuestra existencia?

¿Y si lo intentas?

Y si no es ahora,
¿cuándo?


(Tras la lectura de Ganga White y Eduardo Galeano)

#RegEye   @jlregojo

lunes, 5 de febrero de 2018

En la frontera sur

                                                         A las víctimas de la playa del Tarajal (6/2/2014)


Paredes de barro, suelo de barro,
hospital de barro.

Olor a sangre
y a cloroformo.

Frío.
Madrugada.

Hombres y mujeres con heridas,
niños y niñas también.

Heridas resecas,
gangrena negra entre los músculos.

Sangre a borbotones,
hemorragia que no cesa.

Vendajes roñosos
pegados a la piel.

Olor a mierda,
intestino abierto.

La vida se va como se apaga la vela:
queda y suavemente.

¿Quiénes son?

Ayer tus abuelos.
Hoy tus compañeros.
Mañana tus hijos.

Ayer violadas.
Hoy violadas.
Mañana tus hijas.

¡No los compadezcas!
La piedad humilla.

El dios del negocio:
concertinas.

Ellos, hermanos de sangre.
Nosotros, compañeros de crimen.



(Tras la lectura de Las heridas, Norman Bethune, Pepitas de calabaza ed., Logroño 2012)

@jlregojo    #RegEye